Por: Erick Gálvez Ayala

Han pasado 17 años desde que vi Naranja Mecanica, mi primera impresión fue de un total desconcierto, no sabía si lo que estaba viendo era algo real de toda la juventud en el mundo o simple imaginación del director. A partir de ahí me fue interesando por tu trabajo como un todólogo del cine (guionista, productor, director) porque veía en tus películas una disparidad absoluta pero al mismo tiempo una esencia presente en cada trabajo. me hice fanático de títulos como El resplandor, Cara de Guerra, Lolita, Ojos Bien cerrados, 2001 odisea en el espacio, etc.

Me dedique a conseguir en todo tipo de lugares tus primeras películas como El beso del asesino o Miedo y Deseo. Conseguí una biografía de tu persona porque eras como todo genio, un hombre indescifrable, un tipo fan del jazz, que incluía música clásica en sus películas que no le permitía a nadie que opinara de su obra. Quizá muchos piensan que eras un egocéntrico, un tipo que veía con desprecio las películas cuyo fin solo era recaudar dinero para fortalecer la industria.

Fuiste leal contigo mismo por lo cual debes de ser mas que admirado, nunca hiciste nada que no te nacía del fondo de tus entrañas, no traicionaste a tus fans haciendo películas insulsas. Tu presupuesto nunca fue el de grandes directores de Hollywood filmaste en Inglaterra porque te apetecía a pesar de que el costo monetario era demasiado alto.

Quiero que todos sepan que no ganaste ningún Oscar, tuviste suficientes nominaciones que reconocían tu arte pero no fue necesario que te llevaras estatuillas porque cuando dejaste este mundo hace 15 años todos tus fans (y los que no lo eran) te hicieron un director de culto.

Espero que donde estés sigas siendo igual a ti mismo, sin parecido a nadie, que haya próximos directores que sigan tu escuela y que busquen en la originalidad su lugar de residencia.