Por Laura Vega

Twitter: @LalysVs

 

¡Oh qué maravilla! ¡Cuántas criaturas bellas hay aquí! ¡Cuán bella es la humanidad! Oh mundo feliz, en el que vive gente así (La tempestad-William Shakespeare)… Líneas que sirven de inspiración al escritor británico Aldous Huxley, para redactar su obra Un mundo feliz en 1932.

Ese libro que para su año se calificó de adelantado, ahora no esta tan alejado de la realidad, una novela de ciencia ficción distópica, que nos muestra un mundo futurista, representando básicamente una sociedad indeseable.

No es un libro de mi total agrado, pero sin duda lo disfrute mucho a pesar de darle largas a la lectura, puesto que al inicio no es una redacción fácil de digerir, a pesar de ser corto, me tarde un poco en acabarlo, sin embargo conforme fui leyendo me fui enganchando cada vez más, hasta poder palpar es mundo que Huxley nos describe tan a detalle, donde todos los individuos son creados, mediante la invención de la técnica in vitro, con características especiales para pertenecer a determinada clase social, nadie diferente, todos iguales, ese mundo en el que recibes enseñanzas de lo que serás aun siendo un embrión, todo lleno de felicidad, y con todo lo que requieres para ser “feliz” a tu alcance.

Conforme me adentraba pensaba en las similitudes con nuestra sociedad actual, llenos de consumismo y estereotipos, guiados por un condicionamiento psicológico de conformismo, todo a través de los medios de comunicación, que en este caso comparado con el libro pasarían a ser la voz en off de las clínicas de gestación, o el soma; el escritor probablemente intento advertirnos de lo que algún día puede ocurrir, la sociedad cada vez más alejada de la ética y la moral, quizá con esto suene como una persona de 60 años, pero es totalmente cierto, que con tanto avance tecnológico y la muy afamada globalización, estamos perdiendo el sentido de la apreciación, imaginemos realmente un mundo como el de Huxley donde la mediocridad, el control social, el consumismo, el aislamiento, la manipulación mediática y política sean el pan de cada día, ¿a qué te suena?
¿A quién no le gustaría vivir sin dolor, sin miedo, mantenerse joven y con las condiciones físicas para disfrutar de los placeres que la vida te ofrece y sin pobreza?, sería perfecto, pero no me imagino sin aspiraciones, sin libertad individual, SIN LITERATURA.

Un mundo feliz es una novela que nos regala una visión metafórica del futuro, en el que el autor explota su basta imaginación, y nos invita a un mundo casi apocalíptico; en lo personal no considero al libro como una obra maestra literaria, ese final me gusta mucho, pero me quedo con la sensación de que falto algo por contarse, sin embargo sí creo que no puedes pasar por alto un clásico del género, es una novela que recomiendo ampliamente, porque sé que te dejara analizando durante un buen rato.

“Todo condicionamiento se dirige a lograr que la gente ame su inevitable destino social”