Por: Daniel Hernández García.

Misteriosa noche que
nos hiciste salvajes,
muéstrame hoy el camino
para llegar a ella,
muéstrame donde
se encuentra la aurora boreal
para bañarme en ella,
le llevaré las estrellas como diamantes.

Misteriosa noche que nos hiciste lunáticos,
muéstrame dónde dejó su estela
para seguirla hasta llegar a su cuerpo
y hacerla mi templo.

Misteriosa noche
tú me enseñaste a hacerle el amor
mientras tu luz se reflejaba
en el verde de sus ojos,
mi alma bailaba en ellos.

Misteriosa luna
cuna de lunáticos
permíteme tocarte y
desaparecer al amanecer.