Por Laura Vega

Twitter: @LalysVs

 

Dando continuidad a la trilogía Millennium del escritor Stieg Larsson la segunda novela,”La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina” (en sueco literalmente, La chica que jugó con fuego) publicada en noviembre de 2008.

La semilla de la intriga quedo sembrada con el final de la primera publicación, después de esa desbordante historia llena de misterios que concluyen resueltos, los personajes principales retoman su vida gozando de algunos beneficios a consecuencia de la primer entrega, pero también se encuentran distantes. La novela desde el primer capítulo expone el sentido del título, con una historia que engancha bajo los mismos patrones de la novela anterior.

A pesar de ese buen inicio la historia se siente algo suelta sin embargo continuas con las expectativas porque confías en que esto es sólo una pequeña introducción, y efectivamente, la historia va adquiriendo más color hasta que te encuentras en el argumento central y sin haberlo notado ya estas envuelto en el misterio que el autor presenta de forma magnífica, entre personajes e historias que se van hilando poco a poco.

A medida que avanzas el viaje notas la agilidad del autor para sumergirte no sólo en la historia sino para hacerte coincidir con él en la denuncia tan notoria y sutil a le vez de los problemas sociales y políticos que aquejan al mundo entero, con problemas reales y con una narrativa magistral el escritor vuelve a hacerlo nos regala una novela digna del género.

Personalmente el libro cubrió muchas de mis expectativas, aunque no me parece tan grandioso como el primero, este libro confirma el verdadero talento del escritor porque no defrauda, para mi algunas cosas estuvieron de más, como algunos personajes, sin embargo la historia esta tan bien estructurada que olvidas incluso esos pequeños detalles sobre todo porque en este hay un acercamiento más profundo hacia el personaje principal que lo hace aun más entrañable recurriendo a elementos no puntuales del género pero que son precisamente los que hacen de esta novela algo original al crear a un personaje tan lleno de estereotipos pero al mismo tiempo dotado de grandes habilidades y que hacen de Lisbeth una heroína.

”La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina”, en definitiva es una novela que debe leerse y aunque no tiene mucha continuidad con el primer libro de la trilogía, no te defraudara sino todo lo contrario, quedaras aun más enganchado y fascinado con el impresionante trabajo de Larsson, para muchos este es el mejor libro de Millennium por la sensación adictiva que causa, porque es aquí donde su talento periodístico se hace aun más perceptible, Stieg Larsson y Lisbeth Salander sin duda ya son clásicos de la novela negra.