Por José Luis Ayala Ramírez

Twitter: @ayala1788

 

Muchos dicen que vivió siempre a la sombra de Chaplin, otros se declaran como sus incondicionales, colocándolo como uno de los mejores directores de todos los tiempos, algunos más creen que su comparación con el genio detrás de Charlot es errónea y que no tiene fundamentos debido a grandes diferencias entre los estilos de ambos cineastas. Cualquiera que sea su definición; que siempre será subjetiva, lo que no deja lugar a la discusión es que Buster Keaton es uno de los más grandes directores que tuvo el cine durante su etapa pre sonoro.

Keaton poseía un talento para la comedia física simplemente apoteósico, indiscutiblemente era el mejor en este ramo, sus maravillosos gags quedan en la mente del espectador y han sido imitados una y otra vez desde que Keaton los proyecto por primera vez, empezando con los intrépidos hermanos Marx, incluso me atrevo a decir que en comedia pura era superior a Chaplin, el cual llenaba a sus guiones de algo que quizá Keaton no poseía (o no le interesaba) que era el factor dramático.

Era un buen guionista, un magnifico actor, pero sobre todo un director de grandes cualidades además del hecho de hacer reír al espectador (para muchos la comedia es lo más difícil de hacer en el cine), también poseía un gran sentido de la planificación de una puesta en escena, sus gags siempre estaban muy bien cuidados y ejecutados, además de proyectar elegancia por los cuatro costados, no había nada forzado, con Keaton la comedia salía por sí sola, era todo natural.

Lamentablemente los tiempos sonoros no fueron amables con Keaton el cual nunca pudo sobresalir ya con el sonido como parte del cine, tan solo el propio Chaplin lo invito a ser parte de su película Candilejas (ya sonora) donde compartieron una secuencia, en el que es sin duda uno de los grandes momentos del séptimo arte.

“El silencio es de los dioses, solo los monos hablan”.- Buster Keaton

3 películas para recomendar

El maquinista de la general. Cuando me hablan de la mejor secuencia cómica de la historia del cine inmediatamente mi mente se va a los años 20s y como Keaton se mueve como acróbata entre su tren en una secuencia memorable, intachable cinematográficamente hablando y donde el espectador solo puede hacer una cosa, sonreír. Su película más reconocida, integrante en la lista del American Film Institute como una de las 100 mejores películas americanas de todos los tiempos.

El moderno Sherlock Holmes. Observen y pasen ustedes a ver de dónde saco su idea Woody Allen para el guion de La rosa purpura del Cairo, una película donde un proyeccionista de una sala de cine se mete dentro de una de las películas. Llena de gags memorables, en la secuencia de la bicicleta Keaton vuelve a demostrar que en comedia física ninguno como él.

Las tres edades. Película de episodios, donde Keaton retrata el amor en la prehistoria, en la antigua Roma y en la que entonces era la era moderna de los años 20s. Así el cómico muestra que a pesar de la distancia entre años y contexto geográfico el amor es solo uno en escenica. Por supuesto nuevamente hay muestras de comedia única. Muy recomendable.