Por: Daniel Hernández García.

Fiebre es un libro escrito por Miguel Otero Silva escritor venezolano perteneciente a la generación del 28 en el año de 1939 y reeditado en 1971.
En “Fiebre” se narra la lucha de la guerrilla estudiantil de 1928 (generación del 28), estudiantes que dieron sus vidas por la democracia y libertad. Un libro que desde el principio te envuelve, hace sentir al lector el calor de la revolución a flor de piel, dejando las paginas empapadas de sudor, Miguel Otero Silva, narra sus años de guerrillero, el como siendo un estudiante de medicina, se ve forzado a tomar las armas para defender la libertad de su nación, dejando atrás a su familia, amigos y novia. De una forma tan grafica describe los días mas duros de su juventud y el dolor de perder a su amada, la cual se esposa al creerlo muerto.
Como en toda guerrilla, los valores y la lealtad son puestas a prueba todos los días y la decepción que trae la traición es algo que carcome los ideales de la guerrilla, el ser encañonado y arrestado por tu mejor amigo es algo a cualquiera le podría matar el alma, el espíritu de Miguel Otero Silva y de la revolución es tangible en cada pagina, un espíritu que provoca empatía.
En la parte final de Fiebre narra la agonía que sufre al se arrestado y puesto en un campo de concentración es condiciones inhumanas con la muerte volando a su alrededor. Y el como el cuerpo muere para dejar vivo el espíritu de “Lucha Y Libertad”.

Hermanos:
“Yo sé que ustedes no son los mismos de 1928, como tampoco soy el mismo yo. Yo se que el dolor los ha tallado como me ha tallado a mi. Sé que en las tiniebla de los calabozos o bajo el sol de las carreteras hemos meditado y limitado aquella ingenua ignorancia que nos nublaba la mirada cuando nos lanzamos a la lucha. Voy a decir palabras que ya ustedes habrán dicho, iguales o mejores que las mías. Pero no voy a decirlas solamente para ustedes, sino también para mi mismo. Al escribir a ustedes, me escribo esta carta para escudriñar en mi corazón lo que soy, lo que fui, lo que haré y habremos de ser.
¿Recuerdan cuando nos escapamos de la Universidad para hacerle frente a la barbarie? Éramos uno adolescentes sentimentales, casi tontos. Andábamos buscando cómo ofrendar la vida y el camino para perderla lo deseábamos el más corto. Nuestras vibrantes consignas: patria, compañerismo, libertad, eran símbolos hermosos, abstractos ideales para crucificarse en ellos como sobre maderos. Los mercaderes que se nos quedaban mirando como a seres irreales. Porque mientras la vida era una impúdica trata de hombres y de conciencias, nosotros, lejos de ofrecernos en subasta, marchábamos de muerta hacia la muerte.”
Miguel Otero Silva “Fiebre”