A ti que en mis mejores poemas,
se dibuja majestuosa tu mirada.

Por: Daniel Hernández García.

Llevo el sabor de tu cuerpo en mis labios,
guardo en mi mente el sonido
agrietante de tus gemidos,
mis manos recorren la arena de tu ser
mientras tus ojos bañados en el clímax
me guían hacia la salvación de la destrucción.

Se cierran puentes
con la unión de nuestros cuerpos,
la sombra de la noche
nos indica el punto exacto de ebullición
y tus movimientos me indican
el punto exacto donde se evaporan
nuestras almas
y conectan con el infinito.

deja que nuestros cuerpos colapsen
y de ellos se desprenda
el bolsón de higgs.

La suave gota que corre entre tus piernas
es el vaso comunicante entre tú y yo.

Tus senos me indican donde
se encuentran las estrellas
y aun así nado entre tu vientre
solo para escucha el eco de tu cuerpo.