“La vida en sí no es la realidad.
Somos nosotros quienes
ponemos vida en
piedras y guijarros.”
Frederick Sommer

La aparición de la fotografía, a fines del siglo XIX, marco una revolución de la expresión, se dejó atrás para siempre una época de la humanidad que duró milenios y se caracterizó por la producción de imágenes manuales (quirográfica).
Un manejo de la realidad, la cual no ha dejado de avanzar gracias a los constantes adelantos tecnológicos.

Es una fiel representante de la historia del hombre ante el mundo, un resguardo de la experiencia vivida, poderoso vinculo de representación, el mundo comienza a ser manejable e ilustrado.

¡Que cambio tan grande en la humanidad!
¡Es tiempo de dibujar con luz!

Berenice Abbott

El retrato dejó de ser exclusivo de la burguesía, un retrato evoca los rasgos de las personas, la semejanza fabricada, se crea una ilusión de eternidad, una aprehensión casi total. Para realizar el retrato deben coincidir dos voluntades, la del fotógrafo y la de la persona del retrato, solo así surgirá la imagen.

Nacida en Julio 1897, Ohio, trabajó durante algún tiempo como ayudante de Man Ray, cumplida como fotógrafa, fue muy reconocida por sus fotografías del paisaje urbano de Nueva York. Durante sus años en París, fotografió a figuras del mundo de la literatura como; James Joyce, Foujita, Coco Chanel y Max Ernst. Sin embargo su contribución mas significativa fueron sus retratos de mujeres lesbianas y bisexuales, jóvenes expatriadas como Margaret Anderson, Jane Heap incluso Gwen Le Gallienne.

«Llevé la fotografía como un pato al agua. Nunca deseé hacer todo lo demás. El entusiasmo sobre el tema es el voltaje que me empuja sobre la montaña de la servidumbre necesaria para producir la fotografía final.» – Berenice Abbott.