Guerrero tuvo los índices más altos de homicidios contra mujeres. Los feminicidios también repuntaron en otras 14 ciudades del país: Torreón, Coahuila; Cuauhtémoc, Chihuahua; Nuevo Laredo, Tamaulipas; Iguala, Guerrero; Ciudad Juárez, Chihuahua; Acolman, Estado de México; Monterrey, Nuevo León; Zacatecas, Zacatecas; Ciudad Victoria, Tamaulipas; Chihuahua, Chihuahua; Delicias, Chihuahua; Hidalgo del Parral, Chihuahua; Durango, Durango, y Guadalupe, Zacatecas.
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Tan real la expresión de Fourier al decir que “el grado de civilización de una sociedad, se mide por el grado de libertad en la mujer”.
Si bien es cierto, en México, la tensión entre el complejo de inferioridad y la alta de si mismo se vuelve violento que cae en neurosis, el carácter de un hombre comienza a formarse desde la niñez, cuando el carácter se forma, se ven aquellos rasgos que orientarán a compensar aquél sentimiento, éstas actitudes crean una ilusión de superioridad falsa que sustituye la autenticidad por la de un personaje ficticio que representa en la vida, creyéndolo real.
Se va perdiendo la transparencia del individuo al no ser sincero con su persona, se llena de mas máscaras falsas, que poco a poco se cosen a piel hasta no encontrar un hilo, sin embargo sigue siendo una careta cada vez mas difícil de quitar cuando se pisa tierra.
El machismo del hombre radica en su supuesta masculinidad, ambiciosa, falsa y exagerada, queriendo mostrar su virilidad dominando a la mujer. Pero todo esto sigue pasando porque la mujer también lo entiende como algo normal, esa autodenigración ha existido desde la conquista española, marcando actividades correspondientes a cada sexo, diferenciando y limitando las capacidades de cada uno.
Si seguimos aceptando la idea de que hombre y mujer son seres ajenos el uno al otro, esta catástrofe de egos falsos e influyentes seguirá en una dictadura generacional, por otro lado si vemos en un sentido holístico la comprensión de un ser humano como polos donde el ser es un todo, se entenderá mejor y se podrá cuestionar, aceptar y cambiar.
Matar mujeres solo demuestra cobardía y miedo al conocimiento, grita un camino fácil, una enorme ignorancia y miedo a perder un supuesto nivel que desgraciadamente no sólo ellos viven en esa fantasía.