Por José Luis Ayala Ramírez

Twitter: @ayala1788

 

Si bien el cine italiano nació desde las épocas del cine mudo, es realmente hasta la década de los 40s cuando se convirtió en uno de los países referente en esta disciplina, todo gracias a uno de los máximos movimientos cinematográficos que ha habido, nos referimos al neorrealismo italiano, cuyo uno de sus principales exponentes es el nacido en la región de Capania, Vittorio De Sica.

Hablar de De Sica es hablar del neorrealismo, es hablar de una corriente que nos situaba en la época de la post guerra, una Italia devastada tras la Segunda Guerra Mundial, las consecuencias en su sociedad y su economía, temas como la pobreza, la crisis eran recurrentes dentro del cine de este director que es quizá dentro de los neorrealistas el más humanista de todos.

En sus filmes De Sica nos adentraba en el peor panorama posible de su país, con personajes llenos de matices, complejos pero sobre todo reales y humanos, no existía un prototipo de personaje en sus historias, daba igual que fuera un viejo, un padre de familia, una mujer, un viejo o incluso un perro, el italiano sabia proyectar los efectos de la guerra en cualquier contexto.

Sus filmes están dirigidos con una gran sencillez, sin muchos artificios, lo que lo hacía conseguir una atmósfera sumamente desoladora y real, su fotografía por lo general estaba llena de tristeza y melancolía, conseguía captar la emoción de sus actores con una sola toma, y es que pocos directores en la historia saben llegarle al espectador con tanta naturalidad, sin buscar engañar ni ser pretencioso, lo de este cineasta era humanismo puro y duro.

Sin duda alguna De Sica es uno de los máximos representantes del cine italiano en toda su historia, un director que llevo a este país; junto a otras leyendas como Fellini y Rossellini, a sus más grandes glorias.

“Vamos hacia los quinientos canales de televisión y ¿para qué sirven? Para que la gente no cuestione el poder”.- Vittorio De Sica

3 películas para recomendar

Ladrón de bicicletas. Un sencillo relato es quizá la película más alabada en la carrera de De Sica, un filme donde nos lleva a un padre y su hijo a buscar en toda Roma una bicicleta que le fue robada al padre, la cual es quizá su única esperanza para poder salir adelante de la crisis económica que alberga al país. Un filme muy natural, sencillo, melancólico, de lágrima asegurada, mientras de fondo el oído puede deleitarse con la magnífica música de Alessandro Cicognini.

Umberto D. Una película magistral sobre la vejez, sobre la vergüenza, de la melancolía tras el paso de los años, un retrato perfecto del hombre común de la tercera edad, jubilado, pensionado, abandonado, sin una persona que de verdad se preocupe por él. Esta cinta guarda además un tesoro, la mejor relación de un perro con su dueño, todo nuevamente en un ambiente muy real, sin miel, con un humanismo que hace crear en el espectador una empatía sin esfuerzo.

Dos mujeres. Este filme no se desarrolla después de la guerra sino dentro de esta, 1943, donde vemos a una madre y su hija sufrir las consecuencias de la falta de libertad y la opresión con la que se vivía en Italia. Sophia Loren esta sencillamente magistral en la mejor interpretación de su carrera que le valió un premio Oscar en un filme desgarrador, trágico pero nuevamente el humanismo; el pan de cada dia, está ahí, en cada matiz, en cada toma, en cada dialogo. Para un servidor su mejor película.