Por Laura Vega

Twitter: @LalysVs

 

¿Cómo escribir sobre el libro que me maravillo y me motivo a indagar más sobre la literatura? ¿Cómo describir o recrear la atmosfera establecida mientras leía la historia de ciencia ficción que hizo me fascinara el género?, una tarea difícil sin embargo comenzare diciendo que esta novela llego a mis manos en el momento preciso, cuando trataba de comprender un poco más respecto al importante papel de los medios de comunicación en nuestra sociedad, entonces llego ese mundo Orwelliano, que al principio me parecía extraño pero al mismo tiempo aterrador, una sociedad futura donde el personaje principal llevaba una vida organizada y monótona, vigilada por un Ente (El Gran Hermano) que controlaba y gobernaba todos sus actos y sentimientos a través de telepantallas, pensamientos, palabras, reglas y leyes predispuestas por alguien desconocido e incuestionable.

Considerada como una de las obras cumbre del genero distópico y una de las obras más importantes del escritor británico junto con “La Rebelión de la Granja”, 1984 es una novela escrita por George Orwell publicada en 1949 en el que autor realiza un descripción crítica de los regímenes totalitarios muy particularmente al régimen Stalinista ridiculizando y exponiendo a personajes inspirados del movimiento de la Unión Soviética (la Gran Pugna) serie de campañas de represión y persecución políticas cruciales para el consolidar en el poder a Stalin, el propio escritor alguna vez declaro que la novela es una sátira del comunismo y fascismo que al mismo tiempo también está inspirada de sus propias experiencias en la Guerra Civil de España.

Las sensaciones incrementaban en cada párrafo leído, la impotencia y enojo por imaginar a una sociedad sumisa sin el más mínimo destello de rebelión me traumatizaba porque no podía evitar encontrar similitudes con nuestra situación actual, donde los medios de comunicación se apoderan prácticamente de todo, manipulando la información a su antojo, y la gente creyéndolo todo, he llegado al punto de cuestionarme ¿qué es lo realmente cierto? Me da escalofríos de sólo pensarlo, ¿Dónde está nuestra realidad? Por un lado el “acceso” a la información nos quita la venda de los ojos, pero al mismo tiempo estamos tan saturados que no sabemos realmente si lo que conocemos es cierto, poniéndome un poco paranoica (y al mismo tiempo realista) ¿estamos seguros de que esa información no ha sido previamente manipulada? No por nada a los medios de comunicación se le denomina también el cuarto poder, al ser los intermediarios entre el gobierno y los gobernados, ellos son los encargados de invadir nuestras mentes con mensajes maquillados de cómo debemos ser, como debemos vestir, como debemos pensar, cayendo la sociedad entera en los clichés dibujados para una sociedad consumista, preocupada por asuntos banales que por su propia realidad en crisis total, a decir verdad no estamos nada alejados de lo que Orwell escribió, para mí no tiene mucho de ficción es claro que el mundo incluso llega a rebasar lo ficticio, por ello “1984” es para mí una obra maestra en cuanto a la crítica política que hace del totalitarismo, quizá suene exagerado el escritor no imagino, predijo lo que vivimos en la actualidad, vigilados por medio de redes sociales, teléfonos celulares, cámaras en las calles, todo por una supuesta seguridad comunal imperceptible, nada garantizada.

Una novela fundamental para los amantes de la ciencia ficción distópica, hasta este momento unos de los mejores que he leído, sin dejar de lado “Fahrenheit 451” de Ray Bradbury que es otra representativa del género, una lectura que resulta sumamente amena al contagiar las emociones a las que el protagonista se ve envuelto, al grado de sumergirnos en esa pesadilla política de una sociedad donde todo, incluido el pensamiento, ha quedado bajo control del poder, un libro que si bien por momentos resulta pesado por su lenguaje creado seguro terminaras con una paranoia refinada hacia el sistema, creo que es una historia que refleja magistralmente la manipulación sobre la mente humana y que por su tema nunca pasara de moda, llevada a la gran pantalla en varias ocasiones la primera adaptación fue dirigida por Michael Anderson bajo el mismo título y en 1973 Woody Allen realizó una versión libre en clave de comedia titulada El dormilón, además de que de esta novela se inspiraron para el realizar el famoso reality show “Big Brother”.

Contados son los autores que llegan a imponer su apellido como adjetivo de referencia y Orwell es uno de ellos, pocos libros me han llenado de tantos sentimientos, impotencia, enojo, alegría y miedo, creo que esta novela me enseño a cuestionar más mi entorno desde diferentes perspectivas a no simplemente quedarme con lo que creo saber, pero lo más importante y difícil de aceptar (sin ser pesimista) me enseño a aceptar el crudo destino humano, tan falto de identidad, tan carente de aspiraciones, tan conmiserado y conformista, contando con pocos ejemplos de líderes que buscan libertad ideológica, aquellos que tanto celebramos pero que poco seguimos, es admirable como pocos mueren defendiendo su predicación y es triste ver como los demás seguimos como ovejas a su rebaño; considero justo ese es el mensaje que nos deja el libro, muchos dicen que el final no es nada esperanzador y es cierto, me esperaba un rebelión hacia el sistema y no esa ciega creencia al “Gran Hermano”, quizá el escritor nos regala ese final para que pensemos ¿qué haríamos nosotros?, ¿seguiremos asumiendo una supuesta libertad individual y de libre expresión sin realmente serlo? si bien es cierto que se han puesto en evidencia tantos casos que antes pasábamos por alto ¿cuál ha sido la diferencia? La sociedad sigue estancada, la gran mayoría sigue olvidado de la historia mientras que el sistema la manipula a su antojo, el gobierno sigue usando su mejor coartada, la ignorancia del pueblo, una mente débil es más fácil de manipularse, algo atroz y perverso que les continua funcionando y continuara, porque la supuesta globalización no está siendo bien empleada, cuantas cosas absurdas no se ven a diario en las páginas de internet, ¿quién realmente usa como herramienta de conocimiento los medios y la tecnología? Seguramente muchos, sin embargo no los suficientes para marcar una diferencia.

«En tiempos de engaño universal, decir la verdad se convierte en un acto revolucionario».
George Orwell