“Me acerco a todo lo que puedo al sexo de la mujer, si lo huelo sé que la obra está terminada”
Picasso
Dos días después con la intención de ir por llaves, y las inseparables micas que ayudan a enfocar, sin embargo, dos amigas llegaron:

Dominante es su mirada
desnudase de recuerdo
en trio la mas querida
complaciendo el acuerdo

Las gotas como ríos
huellan los destinos
la tinta negra
subjetiva el camino

¡Dichosa luna!
ilumina el atributo
muestra desde la cuna
la aguja del percuto

Recorre la hendidura
cuerpo nuevo en vacío
inmolada desventura
comienza un sacio.
Oler el sexo de una mujer, mapear ríos de cerveza en la espalda mientras gritan golpes de dos piernas en movimiento. Cuando hay silencio entre las sabinas, es por la necesidad de mas placer, él llegó a repartirlo, él llegó a bañarse entre carnes, mientras los gemidos contrastaban en el lienzo y en los pinceles nacían miradas.
Es la pintura de un lobo sediento, satisfecho de fe, destruye mascaras de aluminio y le rinde a la madrugada pasiones en piernas abiertas. Es la pintura la que lo posee, la que escarba heridas es la piel viva que escucha, es la carne como pintura.