Por: Daniel Hernández

Deje mis alas a un costado del rio
para que no se mojaran,
para ahogarme,
para que mis pulmones estallaran
en busca de libertad
esa libertad que se alimenta con sangre
sangre de héroes, sangre de ideales
sangre que se traga la tierra
y la olvida.

El oxígeno me falta ya no puedo mas
ya no quiero pronunciar palabras
ni hacer versos que al final me maten
deje mi caparazón a un costado de hoyo
porque nunca me ha servido
siempre he sido vulnerable
araño las paredes de tierra
en busca de fortaleza
esa fortaleza que se le alimenta
de los débiles, de los soñadores,
de poetas y actores
una fortaleza que termina siendo un muro
yo soy vulnerable por decisión propia,
ya no quiero luchar más,
no quiero pronunciar versos que al final
no sirven de nada
no quiero gritar mas
¡Libertad! dejando las
paredes manchadas de sangre.

Me rindo
pero no es una rendición por derrota
ni por falta de espíritu
me rindo porque he comprendido
que el cielo se encuentra dentro de mi mente
y no en luchas terrenales
quiero dejar plasmado mi cielo
en las paredes de mi habitación
un cielo rojo sangre
mi sangre, mi libertad
otorgado por el estallido
de algún cañón.

Deje mis alas a un costado del rio
para que no se mojaran,
para ahogarme,
para que mis pulmones estallaran
en busca de libertad
esa libertad que se alimenta con sangre
sangre de héroes, sangre de ideales
sangre que se traga la tierra
y la olvida.

El oxígeno me falta ya no puedo mas
ya no quiero pronunciar palabras
ni hacer versos que al final me maten
deje mi caparazón a un costado de hoyo
porque nunca me ha servido
siempre he sido vulnerable
araño las paredes de tierra
en busca de fortaleza
esa fortaleza que se le alimenta
de los débiles, de los soñadores,
de poetas y actores
una fortaleza que termina siendo un muro
yo soy vulnerable por decisión propia,
ya no quiero luchar más,
no quiero pronunciar versos que al final
no sirven de nada
no quiero gritar mas
¡Libertad! dejando las
paredes manchadas de sangre.

Me rindo
pero no es una rendición por derrota
ni por falta de espíritu
me rindo porque he comprendido
que el cielo se encuentra dentro de mi mente
y no en luchas terrenales
quiero dejar plasmado mi cielo
en las paredes de mi habitación
un cielo rojo sangre
mi sangre, mi libertad
otorgado por el estallido
de algún cañón.