Por: Erick Galvez Ayala

En plena etapa mundialista y con la fiebre viviendo en Brasil me toco hace unos días mirar un reportaje de estos programas de televisión abierta que le dedican mas tiempo a otras cosas que al juego. La capsula me dejo con un sabor amargo, en dicha emisión se hablaba de un paisano de una ciudad de Zacatecas, específicamente de Jerez uno de los recientes pueblos mágicos. El hombre que aparecía es originario de ahí, se fue con el apoyo de la gente del pueblo hasta el mundial, vestía orgullosamente un traje de manta con esbozos de nuestro escudo y mencionaba que era todo un sueño estar en ese lugar «El viaje fue largo primero de Zacatecas al Df llegue a base de aventones y ya en el aeropuerto buscamos un viaje primero a Perú porque salia mas barato, estuvimos 20 horas para después venirme para acá (Brasil)» Al paisano no le importaba nada, solo el hecho de que estaba conviviendo con todo tipo de personas, con otros mexicanos, europeos, africanos, todos en esta competencia. Acto seguido la reportera (o reportero) le pregunta: ¿como vas con los gastos? a lo que le responde: «Ya vamos bajos, tenemos poco pero es suficiente para pasarla bien», pero lo que me dejo sin aliento fue cuando le preguntaban sobre que pensaba comer en estos días para ahorrar, nuestro amigo contesto: «Me traje bastante pinole y con eso podemos aguantar, lo demás no importa ni el calor, hay pinole suficiente».

Tengo que aceptar que se de historias de personas que hacen lo imposible para llegar a eventos de este tipo, sin embargo esta historia me plantea algunas preguntas, ¿Vale la pena perder días de tranquilidad por algún evento aislado como este? ¿ Cuantas personas estarán en esta situación de diferentes países? ¿Porque no mejor guardar ese dinero para algo primordial? Seguramente las respuestas son diversas lo que es cierto es que el ser humano tiene la idea de vivir y después ver que pasa, el error me hace aprender, la anticipación no es algo global, lo vivido nadie nos lo quita. No importa que vengan días o años, con problemas económicos o de salud, importa el momento (quizá no sea una visión errónea) aprovechar al máximo porque solo tenemos una vida, solo una.

El tener lo suficiente para muchos implica un retroceso, una mediocridad y quizá no es la realidad, se tiene lo necesario, lo que me deja satisfecho de todas las formas posibles, las aspiraciones son vivir dignamente con lo primordial, nada hace falta porque sus aspiraciones son alcanzables y se buscan día con día. La mirada de gusto, de satisfacción, de alcance que tenia ese hombre me dejan una certeza, y esa es que hizo lo correcto para el en ese momento, que ese dinero estaba bien gastado, que su logro fue cumplido con ayuda de otros soñadores.

«Nada es suficiente para quien lo suficiente es poco» Epicuro