Lucho por lo que amo, amo lo que respeto, y a los sumo respeto lo que conozco.

El nacional socialismo creía reunir una raza especial, única, reunir una nación con las características arias.
Es fácil de identificar la enajenación nazi en los documentales de Leni Riefenstahl, en aquél tiempo la compañía para producciones cinematográficas era Reichsfilmkammer, donde Goebbels la utilizaba para propaganda.

La cineasta del nazismo, fue apoyada con todos los recursos económicos que necesitaba, a pesar de su fascinación hacia Hitler, el trabajo como fotógrafa y cineasta es muy limpio y recto.

Hay algo muy representativo en las fotografías de Riefenstahl donde compartían los canones de aquella nacionalización, el físico, la fuerza y la juventud.

La postura hacia su régimen político se presenta en su obra artística, ¿trabajó para el gobierno o el gobierno trabajó para ella? Siempre ha existido este cuestionamiento, si la gente llega a vender su talento y tiempo hacia un fin común que no es tanto de su interés para poder solventarse, si bien la cineasta alemana, cursó estudio de artes, destacándose en danza, después como actriz y finalmente como cineasta. No careció de solvencia económica, lo que hacía le gustaba, compaginaba con las ideas nazis.
Posterior a la Segunda Guerra Mundial, hizo una serie de fotografías de Nuba, una tribu africana, y a los 71 años de edad comenzó obra fotográfica de corales, haciendo buceo.

¿Qué paso con todo el trabajo y la consistencia de su pensamiento y obra? Finalmente, sus ideales cayeron y optó por disfrutar su fotografía con la naturaleza, como reflexión, nunca como alguna culpa, su seguridad y fama desde chica fueron el colchón de estabilidad emocional futura.