Por José Luis Ayala Ramírez

Twitter: @ayala1788

 

Uno de los objetivos de Alegato es creer en el nuevo talento, en los próximos artistas del mañana, en los que en un futuro su nombre será reconocido por todo el mundo. Desde que tuve la oportunidad de ver el cortometraje Vacuity me llamo mucho la atención que se tratara del primer producto de un director, debido al gran trabajo de realización que se percibe en cada toma y de un guion muy ambicioso pero trabajado en todas sus facetas.

Vacuity narra la venganza de Denis a aquellos que le quitaron su posición más preciada, sin embargo conforme esta avanza se irá dando cuenta que hay algo extraño en el mundo que lo rodea.

Muy superior a la mayoría de primeros cortometrajes, Vacuity es el despertar, el nacimiento del cineasta español Toni Morejon, al cual tuvimos la oportunidad de entrevistar en exclusiva para Alegato.

 

¿De dónde nace este amor por el cine para dedicarte profesionalmente a este arte?

Yo creo que de la primera vez que fui al cine, que es el primer recuerdo que tengo de mi vida, creo que ya marcó un poco de donde venía todo.

A partir de ahí todo fue viniendo poco a poco. Era como una forma de vida, el cine en sí mismo. Algo natural desde mi infancia.

Y ¿cuál fue esa película que viste por primera vez en ese entonces? Debió tener algo especial para fuera el primer recuerdo de tu vida.

Yo tenía unos 3 años, y el primer recuerdo que tengo es un plano de Jurassic Park, ese donde el T-Rex destroza el coche en el que están los niños dentro. Me cuentan que aluciné, especialmente por la música. Me quedó grabado todo aquello, y a partir de ahí, supongo que intentaba hacer cine. Desde estar jugando en casa con los juguetes, o dibujar en hojas y pasarlas rápido. Ahí ya había una intención, supongo.

¿Ya habías tenido alguna experiencia en el ámbito del cine antes en alguna otra función que no fuera director? ¿O cuál fue tu primer acercamiento ya de forma profesional?

Bueno, profesional, profesional, todavía no me lo considero. Pero si te refieres a ponerme en serio en un proyecto, de director ha sido la primera experiencia ‘seria’. En diferentes proyectos o trabajos he ejercido de ayudante de dirección, guionista o lo que haga falta para aprender de un gran rodaje.

¿De dónde surgió la idea para Vacuity?

Pues la historia surgió desde la idea simple de preguntarme a mí mismo «¿qué pasaría si todos fuésemos partes de sueños de otras personas?» Es algo que me llamaba mucho la atención desde mi adolescencia y me parecía interesante trabajarlo en un cortometraje. Después lo uní con el concepto de la venganza que tantas veces y de diferentes maneras hemos visto en el cine y poco a poco fue surgiendo toda la historia.

Entonces podríamos decir que es una historia que va de sueños y venganzas, dos temas que han sido varias veces tocados en el cine. ¿Hay algún cineasta o varios que hayan influido en ti a la hora de realizar Vacuity?

Los principales referentes a la hora de abordar Vacuity fueron Michael Mann, David Lynch y Christopher Nolan. Tenía muy claro que gran parte de la acción del cortometraje debía de desarrollarse de noche, y el estilo de Mann fue una influencia bastante notable.

Y luego estaba la idea de mezclar algo del hermetismo y atmósferas inquietantes que crea Lynch, pero hacerlo algo más digerible para el público, y ahí estaba el referente de Nolan.

Mientras uno ve el filme, o al menos a mí me paso me vino a la cabeza Drive en la puesta en escena, en la fotografía y uno que otro guiño a Abre los ojos de Amenábar. ¿Esto fue casual o intencional?

Ya que Winding Refn venía influenciado del estilo de Mann, me parecía divertido darle un toque similar a Drive en escenas puntuales. Lo mismo que Abre los ojos, al ser uno de los grandes ejemplos que hay de ciencia-ficción bien realizada en España, me parecía llamativo usar Vacuity cómo una empresa.

El famoso plano del retrovisor del coche viene del recuerdo que he tenido siempre de niño de Jurassic Park del T-Rex alejándose, que es un plano que Spielberg ha hecho más de una vez en su filmografía. En A.I. también lo usó.

Entonces es otro cineasta que homenajeas ¿no? O en el que te sientes influenciado.

Sin duda. Especialmente en el control de la cámara y el uso de travellings. Si vas a mover la cámara, aprende del mejor, y ese es Steven. Spielberg, y también Hitchcock. Son como una bofetada. Te pondrán gustar más o menos sus películas, pero es una manera de decirte «mira, así se hacen las películas». Por planos, movimientos de cámara, montaje…

A Kubrick ¿no lo incluirías en este grupo?

Kubrick es ya el nivel más alto jamás alcanzado en cuanto a realización, para mí el Dios absoluto. Para hacer lo que él hacía, tienes que ser cómo él. Hoy en día, que casi siempre tenemos la sensación de que los planos duran una milésima de segundo, Kubrick no cortaba el plano si no se veía extremadamente forzado a hacerlo.

¿Qué es lo que más te gusto de estar como director en tu primer cortometraje? ¿Fue la experiencia que esperabas?

Fueron varias cosas:

Una, y casi la más importante, era unir a todo un equipo de gente joven volcados en un proyecto sin esperar nada a cambio. Ya que no había presupuesto y fue un rodaje low cost, tener a personas creyendo en ti, en tu proyecto, que a la vez forma parte de ellos, es una experiencia muy satisfactoria y enriquecedora, ya que todos ellos forman parte del proyecto y sin su trabajo no hubiese sido posible llevarlo a cabo.

La otra, más personal, es ver que lo que tú has preparado o imaginado el día anterior al rodaje, se cumple. Terminar el rodaje y tener la seguridad de que lo que tu imaginaste en tu cabeza ha salido tal cual lo pensabas. Supongo que esperaba que iba a ser una experiencia dura, levantar un proyecto ambicioso como este, con tantas localizaciones, días de rodaje, secuencias… es complicado. Lo mejor de todo es tener la sensación de que haces un viaje durante todo el proceso del proyecto, y cómo vas aprendiendo, con las cosas buenas y las malas.

Y en cuestión de dificultad en la creación de escenas, ¿hubo alguna en particular que fuera complicada de rodar? Digamos ya sea por falta de presupuesto o por lo que buscabas en la realización.

Pues seguramente la secuencia más complicada de realizar fue la que sucede en el interior de un club, por temas de iluminación, localización, la búsqueda de extras, horas de rodaje…Y también una escena que sucede en el despacho del director de Vacuity. Fue una secuencia bastante complicada, sobre todo por los medios que teníamos y la localización en la que nos encontrábamos.

Que nos dices de tus actores. ¿Fue complicado dirigirlos?

Sobre los actores he aprendido muchas cosas, especialmente en la forma a encarar futuros trabajos. Tuvimos la suerte de contar con una parte del reparto que eran actores y con otra que no lo eran, pero dieron lo mejor de sí mismos para intentar obtener el mejor resultado posible.

Alguna anécdota que le gustes compartir a nuestros lectores sobre un “detrás de cámaras” de Vacuity.

Pues si hay alguien que quiere rodar de noche en exterior, que se piense bien en que época del año hacerlo. No recomiendo nada hacerlo en pleno diciembre hasta las 5 de la mañana.

¿La pasaron mal?

Si quieres te cuento lo que realmente pasó. En medio de la secuencia en la que Denis deja tirado a Chris en la carretera, nos encontrábamos en el set, eran las 5 de la mañana aproximadamente y de repente aparecieron dos personas caminando por la zona con dos máscaras de gas, surrealista total. Nos asustamos un poco en plan “estos dos chalados nos sacan aquí dos recortadas y nos lo roban todo”. Fue de otra dimensión, muy extraño. No dijeron nada, simplemente pasaban por allí con máscaras de gas.

En Alegato tenemos el lema «la vida es breve, el arte es eterno». De cierta forma al hacer Vacuity ya tu arte es inmortal ¿qué opinas de esto?

Pues es algo que comparto totalmente. La idea de alcanzar la inmortalidad en el arte es algo maravilloso a la vez que profundo y personal, pensar que cuando tú ya no estés, tu trabajo, tu obra, ese legado permanecerá aquí es una forma de alcanzar esa especie de inmortalidad

No sé si tiene mucho que ver, pero una vez leí una cita de Kubrick que decía: «Todos los que hemos tenido el privilegio de dirigir una película sabemos que puede ser como intentar escribir Guerra y paz montados en un auto de choque. Sin embargo, cuando sale bien, no hay muchas alegrías en la vida que puedan compararse con esa sensación.»

Yo no es que haya tenido todavía ese privilegio, pero alcanzar esa escala, el poder de hacer grandes películas, debe de ser el éxtasis total. Si ya es emocionante hacerlo en plan pequeño como es el caso, imagina a lo grande.

Y sobre esto ¿Qué planes hay para ti como cineasta en un futuro? ¿Tienes ya un nuevo proyecto, guion, o alguna idea para continuar en el mundo del cine? ¿Un largometraje quizá?

Por el momento vamos a continuar con un nuevo cortometraje, el cual, esta vez, estoy co-escribiendo, y será un proyecto más ambicioso, grande, y personal que Vacuity. Estamos terminando ya la fase del guion.

¿Seguirás la misma línea de Vacuity? ¿O será un cambio de registro diferente?

Será un cambio de género total. En Vacuity me preocupé más de crear un puzzle visual para el espectador, más comprometido con la cabeza que con el corazón. En el siguiente es completamente opuesto, una historia donde el público empatice con los personajes y sus situaciones.

Si tuvieras la oportunidad de elegir ya en un plan más universal, ¿con que gente te gustaría trabajar en un próximo proyecto? Digamos actores, para la producción.

Supongo que los que dirían todo el mundo. Javier Bardem, Joaquin Phoenix…. auténticos monstruos interpretativos. La verdad es que gracias a ‘La vida de Adèle’ me parecería fascinante tener en pantalla a Adèle Exarchopoulos. Tiene un magnetismo y una fuerza que desborda.

¿Y para el crew? ¿Algún socio que te gustaría tener?

Pues la verdad es que nunca me he parado a pensarlo. Me gusta mucho pensar que el equipo con el que estoy continuaremos creciendo y trabajando juntos.

Ya para terminar, ¿Qué les dirías a todas esas personas que quieren hacer cine pero que no cuentan con un propuesto como tú?

Pues creer en uno mismo y rodearse de gente que tenga la misma capacidad de ganas e ilusión. Puede parecer un tópico, pero es así. La fuerza de uno para tirar del carro y la capacidad de respuesta del resto para acompañarte en la misma dirección. Con eso ya has hecho muchísimo.

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Ficha de Vacuity. http://www.filmaffinity.com/es/film722951.html