Por: Erick Galvez Ayala

 

Miguel Ríos comienza su andar en 1962 con apenas 18 años cuando graba 4 temas con una disquera de pequeño prestigio, su obsesión principalmente era vivir de su pasión, de la música, y no solo eso, quería llevar a la cúspide el rock and roll. En esos momentos tuvo que aceptar ser apodado «el rey del twist» porque ese a decir de los inmiscuidos en las discográficas era el genero que tomaría el control de la industria. Unos años mas tarde decide cambiar de aires por lo que busca una disquera que le permita hacer el tipo de música que desea.

 Es 1970 el año en que alcanza su mayor éxito con el tema «El himno a la alegría»,  es donde todos comienzan a voltear hacia el cantante nacido en la ciudad de granada, esa década se presenta en mas de 80 ciudades diferentes, amante de las presentaciones su principal cualidad fue ser amigo de todos los músicos de los setenta, Bandas como Triana, Tequila y algunas mas fueron coestelares con Rios.

 A finales de la década se edita el magnifico disco LOS VIEJOS ROCKEROS NUNCA MUEREN, un álbum que demuestra la pasión por el ritmo de Miguel, su banda estaba mas fuerte que nunca, aunque era en general el octavo disco del cantante, parece que este es el inicio de sus buenos discos. Grandes piezas se encuentran aquí, «Canción de amor para tiempos difíciles», «Rockero de noche», Un caballo llamado muerte» y la canción que da titulo al Ep.

 Inmediatamente  empezando los ochenta se publica otro gran trabajo, el nombre ROCANROL BUMERANG, sus credenciales venían a la alza, la canción «Santa Lucia» roba cámara pero ademas de ella brillan «La ciudad de Neon»,  la homónima del disco y «El laberinto». Durante esos años Miguel era todo un fenómeno, sinónimo de rock, tenia una gran reputación en el medio. Publica un disco con menor calidad en el 81 ENTRAÑOS EN EL ESCAPARATE, la calidad es indudable sin embargo carece de grandes temas, probablemente es la mayor nube de composición que tuvo Miguel Ríos.

 Todos esos años trabaja de forma constante editando discos, algunos de buena calidad como el maravilloso ROCK AND RIOS o el extraño LA ENCRUCIJADA,  otros de mediana categoría entre ellos EL ROCK DE UNA NOCHE DE VERANO, ROCK EN EL RUEDO y EL AÑO DEL COMETA cuyo principal cualidad es contar en los créditos con Santiago Auseron. 

 Los 90 comienzan a cobrarle factura al músico, el interprete presenta el disco DIRECTO AL CORAZON pero la debacle comercial ya es notoria, no es el gran vendedor de discos de los ochenta, mas bien participa en diversos conciertos con cantantes diversos como: Serrat, Victor Manuel, Ana Belen o Manolo Tena. Es realmente has ta 1998 cuando regresa a las grandes ligas con el álbum en vivo BIG BAND RIOS, una obra maestra en cuanto a discos en vivo se refiere, recorre todo su camino musical desde sus inicios, incluso tiene versiones como «Mackie The Knife» o «Hount Dog».

 Para el 2001 publica un disco de duetos en donde se refugia en grandes rockeros de latinoamerica, empezando por el excéntrico Charly García, el gran Joaquin Sabina, Fito Paez, entre otros. El éxito es aceptable pero ya la época de oro ha pasado, aunque es reconocido como un cantante de culto, ya los tiempos le han dejado muy atrás. Posteriormente trabaja con algunos otros músicos realizando apariciones esporádicas, aquel que entonaba «Vivo en la carretera…» ya estaba viviendo de forma mas tranquila, los grandes viajes, las grandes giras ya se habían quedado muy atrás.

 Miguel Ríos es un cantante memorable dentro del rock en español, su actitud probablemente es lo mejor que tuvo en su carrera, hoy día retirado se levanta en su casa de forma tranquila disfrutando de todo el legado que dejó,  es uno de esos artistas que no se volverán a repetir, el sabe que el rocanrol es un bumerang, la voz de nuestra generación, es la cultura, es identidad, el rock es un bumerang, por eso siempre, volverá.

 

«Es muy triste sentirse marioneta del que mueve los hilos de la desigualdad» Miguel Ríos.