Por José Luis Ayala Ramírez

Aunque no todas sus películas contienen el mismo nivel de calidad, siempre sera un placer ver la película en turno de Woody Allen año con año, el día que se le termine esta racha que lleva con una película por año desde 1982, más de un cinefilo estará triste.

Magic in the Moonlight regresa a Allen a la bella Francia (donde ya había filmado Midnight in Paris, una de las mejores películas recientes del neoyorquino) en busca de inspiración para una historia que va de la magia, de las cuestiones tan existenciales que tanto le apasionan y por supuesto del romance y la comedia. El relato va de una singular rivalidad entre un mago ingles y una médium, donde el primero buscará probar que ella no es más que una farsante y que los «otros» mundos son una simple fantasía del ser humano.

En un tono más cómico Allen vuelva a recordar a su idolatrado Ingmar Bergman, el cual en su filme El rostro ya había buscado enfrentar a la magia y lo onírico contra la ciencia y lo comprobable. No es que ambos filmes vayan de lo mismo pero si hay una extraña semejanza, sobre todo en el momento que se tocan los diálogos filosóficos y existenciales, pero aquí sin ningún tipo de pretensión y siempre buscando la hilaridad de la situación.

Es sin embargo la comedia romántica donde el filme no consigue el resultado deseado, Colin Firth y Emma Stone están muy bien ambos, pero su química entre ellos se ve muy forzada, con poca naturalidad, además que los diálogos no contienen la chispa necesaria para enamorarnos de esta extraña pareja. También el filme contiene un misterio con final «vuelta de tuerca» que no sorprende a nadie, todo es bastante predecible y esta sub trama termina por ser interesante en el principio pero sosa al final.

A Woody Allen le ha costado encontrar el ritmo adecuado, los primeros minutos son bastante aburridos hasta que aparece Emma Stone y llega el carisma y encanto de la historia, con algunas escenas marca de la casa por parte del neurótico. Va a ser un privilegio volver a ver a Stone a las ordenes de Allen, hay materia para una gran mancuerna, aquí sin embargo queda a medias.

Magic in the Moonlight pertenece a las obras menores de Allen, un filme que es claramente suyo, es distinguible en sus personajes y diálogos, pero no posee ni la fuerza necesaria ni el carisma para que el enamoramiento llegue y atraviese la pantalla para llegar al espectador.