Por Josselin Chávez
Muchas veces se confunde lo bello con lo bueno incluso lo bello es lo que se desea y se tiene como principio elemental para categorizar las cosas. Transnacionales y publicidad han abusado de éste concepto al envolver sustancias “comestibles” con una imagen bella que atrae, así olvidarnos de lo que consumimos y enamorarnos de la envoltura.
Con la fotografía de Richard Avedon dando otra estética al Nueva York de los 60´s y 70´s, la estética femenina de Avedon rompe con las temáticas de la fotografía artística donde el individuo era un ser ajeno a la cámara, aquí hay un reto y postura hacía los espectadores, fotografía de moda, donde todos desean alcanzar ese status de top model, verse y estar como ellos. A partir de esa respuesta del público ignorante y autodenigrado, surgen mas acomplejamientos y un ideal de belleza falso.
La desbordante técnica no sólo fotográfica de Richard logró una sinceridad inigualable en sus retratos.
El retratado llega con su mejor ropa, su mejor animo para ser retratado, Avedon se preocupa por quitar sus máscaras haciendo largas horas de modelaje, conversaciones… hasta llegar a una fidelidad de su estado de ánimo, es cuando aparece una Marilyn Monroe sin glamour, Aldous Huxley, Truman Capote, Isabelle Adjani, Marguerite Duras, Ingrid Bergman, Henry Miller, Warhol, Francis Bacon…
En su trabajo de reportajes, sobresalen fotos de un “E.U.A.” de personajes que no representan “The american way of life”, prostitutas, enfermos mentales, negros, obreros y granjeros.