Por: Erick Galvez Ayala

El ultimo gran músico que ha surgido en la podrida industria es Jack White, dueño de un estilo propio, con espíritu de blues y alma folk,no es el típico artista que se considera por encima del resto, mas bien es del tipo que trabaja a marchas forzadas, que la imaginación le envuelve lo lleva por caminos tan distantes uno del otro y sin embargo mantienen la esencia sus trabajos. En este año `presento su segundo disco como solista LAZARETTO, como ocurrió con el primero BLUNDERBUSS la mezcla de estilos con vanguardia son determinantes, el sonido es impecable pero nada es comparable con la ejecución, un maestro no solo de la guitarra sino de casi todos los instrumentos, su esencia bien cimentada es el blues, aunque las piezas parezcan recorrer caminos mas limpios la suciedad de las guitarras con distorsión elegante lo hacen a LAZARETTO uno de ls mejores discos del año.

Un álbum totalmente contemporáneo que hace consolidar la idea del autor de que que lo antiguo y moderno pueden convivir dando resultados memorables. Abre con el tema «Three Woman» canción elemental con la que demuestra un rock clásico con teclados exactos (instrumento de gran protagonismo en la obra), ritmo exquisito que es seguido por la voz ansiosa del buen White, el segundo corte es «Lazaretto» una pieza grandiosa llena de blues, guitarras y efectos de sonido intensos, de nuevo la voz de White se nota presente y los esbozos de solo de guitarra están técnicamente impecables, un temazo. «Temporary Ground» sigue el orden de un trabajo desordenado, baja la velocidad para interpretar una canción sencilla con coros de Lillie Mae`s y aires de Nashville, country en una expresión simple pero hermosa. El recorrido sigue por «Would you fight for my love? «que vuelve al protagonismo de los teclados, cantos calmados, un tema lento para ser de White, extraña pieza que logra transmitir un poco de ironía ademas de una pizca de coraje. El quinto track ·High ball sleeper»se retuerce en el blues amado, en ese ejercicio de improvisación natural, tema instrumental que perfectamente impacta al oyente porque estamos frente a expertos del instrumento, aullidos al fondo logran sensibilizar un blues aguardiientoso.

La segunda parte del trabajo abre con esa fortaleza de «Just one drink» un rock clásico con tintes de piano interesantes. El siguiente tema  «Alone in my home»comienza como un tema festivo lleno de flores, parece que estamos ante una canción alegre de Jack aunque mantiene ese toque de sarcasmo peculiar, quizá la pieza mas regular del trabajo, poco impactante. El octavo eslabón «Entitlement»del disco es un tema folk country decadente, la voz baja el volumen para llegar de forma mas directa al oyente, un coro bastante bueno que eleva aun mas la melodía. Noveno tema, «That black bat licorice» el ritmo se vuelve como un rap bluesero, parece por momentos que White rapea, la calidad de la instrumentación lleva al oyente a imaginarse que esta escuchando una fusión sin precedentes, eso si perfectamente ensamblada.

Rumbo a la recta final se escucha  «I think i found the culprit»mantiene el estilo con teclados protagonistas y los violines que esbozan un poco de country regresan para acentuar la pasión por este genero del nacido en Detroit. Los gritos como de una gallina resuenan para llegar al final del disco «Want and able» que llena de calma la furia que nos exploto al recorrer los senderos del álbum, una guitarra acústica, la voz en dos espacios del autor cierran un episodio discográfico que seguro es de lo mejor de todo el año.

Jack White merece ser escuchado, es un talento altamente reconocido y aun así no es suficiente lo que se dice de el, los elogios sobran para un amante de lo antiguo que aporta algo nueva a esta historia del rock, en hora buena por esta joya de álbum.