Por: Daniel Hernández García.

alene lee and w.s.b

Es lamentable la suerte del poeta

que ama constantemente para ser abandonado;

Ángel condenado

a pasear entre humo y sombras,

bola de fuego que se pierde en la oscuridad

navegando en fríos inviernos.

vagabundo enloquecido

por el roce perpetuo,

perseguido por lejanas respiraciones

y roces pélvicos.

Artesano del más conmovedor tacto

de amantes insaciables,

amantes que son atormentados

por la despedida inevitable

del inevitable día

en que ven apagar la luz al final de la calle,

y dejan de intercambiar respiraciones

ya no les falta el aire

y dejan caer la última hoja del otoño

para darle paso al invierno

y comenzar un nuevo ciclo en el abandono.

Es lamentable la suerte del poeta

que muere sin ser amado.

jack kerouac