Por: Erick Galvez Ayala

El folk al menos en todo el mundo vivía un momento de transición, no había tantos grandes discos, sin embargo, En el sur de nuestro continente existían dos chicos con aires de grandeza, musicos excepcionales, por un lado el padre para muchos del rock argentino: Charly García y por el otro el maravilloso Nito Mestre. Justo en 1972 editaban su álbum debut, uno de los mejores (sino es que el mejor) de toda la década en latinoamerica el sensible VIDA. Disco casi por completo dedicado al folk, letras que dejan a flor de piel al espectador, melodías sencillas pero con grandes textos.

El primer corte del álbum es «Canción para mi muerte» un tema dedicada a la parka, una guitarra que cuenta la historia de un hombre topándose con su final, la muerte lo visita mientras el recuerda sus momentos felices en la vida. Aquí empieza la obra lírica del Charly García quien describe un episodio tétrico cantado al oído que espera que llegue el final con valor, sabiendo que una vez que nos alcance ya no hay nada por hacer. En general el ritmo musical no es algo novedoso, mas bien el texto realza una historia dejándonos impactados.

La canción fue compuesta tres años antes durante el servicio militar de García quien intentaba salir de ahí simulando una enfermedad, un sueño después del consumo de algunos (muchos) narcóticos le llevo a escribir al despertar esta gran letra con lineas que cualquier compositor del mundo quisiera replicar: «Hubo un tiempo en que fui hermoso y fui libre de verdad, guardaba todos mis sueños en castillo de cristal», «Te encontrare una mañana dentro de mi habitación y prepararas la cama para dos», «Quisiera saber tu nombre tu lugar, tu dirección». Para los expertos el tema es considerado dentro de los diez mejores de la historia en el rock hispano, para García fue una canción que les abrió un camino dentro de la industria, tiene una relevancia importante pero no es la mejor que hasta estos días ha escrito.

En nuestro continente llevábamos muchos años de hacer buena música aunque se carecía de letras trascendentes, con el dúo argentino esto empezara a cambiar.

«Tomate del pasamanos porque antes de llegar se aferraron mil ancianos pero se fueron igual» Sui Generis.