Por José Luis Ayala Ramírez

Twitter: @ayala1788

 

Tras la excelente Lincoln regresa a la dirección Steven Spielberg con Bridge of Spies, un melodrama basado con hechos reales ambientado en la Guerra Fría,  sobre un abogado que deberá encargarse del caso de un ciudadano estadounidense acusado de ser un espía, el cual pasaba información a la Unión Soviética.

Vayamos por partes. De nuevo a nivel dirección escénica hay muy poco que reprocharle a Spielberg, sin usar todo su potencial, incluso a medio gas, deja muestras de su enorme talento como realizador y uso de la cámara, apoyándose por supuesto en la magnifica fotografía de Kaminski, que tanto en interiores (ese juego con las luces) como en exteriores tiene momentos muy destacables. Incluso a nivel narrativo hay muchos aciertos, sobre todo en la primera parte de la historia, con todo y que el Rey Midas quiera hacerla de Frank Capra (donde me parece fracasa), con tintes cómicos a la John Ford (aquí con más éxito).

El personaje de Mark Rylance es por mucho lo mejor de Brigde of Spies, es carismático, entrañable, y cuando no esta en pantalla se reciente su ausencia claramente. La interpretación de este esta a la altura, sobre todo en las escenas que comparte a solas con el personaje de Tom Hanks, este último fracasando en ser el hombre «justo» a la Henry Fonda, Jimmy Stewart o Gregory Peck, aunque quizá no sea toda la culpa de él, en estos tiempos modernos en muy difícil que este tipo de personaje funcione; más si este intento de universo «capriano» no esta a la altura, se necesitaban más matices, más trabajo en el dibujo de este protagonista tan unidimensional, es demasiado plano, no hay ningún conflicto en el personaje.

De los Coen, pues Brigde of Spies tiene tanto de ellos como lo tenia Unbroken, osea nada. La comedia es mas fordiana que el humor negro al que nos tienen acostumbrados los hermanos, tampoco en los diálogos se siente aquella magia que sale de su pluma de estos.

Para la segunda parte del filme hay un claro declive, la trama entra por un camino que no termina por cuajar, parece una cinta totalmente diferente, ya ni siquiera esta ese intento de clasicismo por parte de Spielberg, mientras que el climax final no posee la suficiente fuerza para lograr emocionar.

Sobresaliente la ambientación cincuentera, sobre todo en la parte situada en Estados Unidos. Cumplidor el trabajo de Thomas Newman pero echo de menos a John Williams.

Bridge of Spies termina por ser una de las películas menos atractivas de la filmografía de Spielberg, a nivel realización la calidad sigue siendo innegable pero esta vez hay carencia de emoción y la unidimensional de la historia y el protagonista termina por ser el principal obstáculo de la película, todo es demasiado plano donde se necesitaba más sangre en las venas.