Por: Erick Galvez Ayala

 

Cuando parecía que la estabilidad habitaba en la vida del gran cantante Scott Richard Kline (Scott Weiland) se da a conocer la noticia de su fallecimiento. Es cierto que no era un joven, sus 48 años lo ponen en una edad adulta donde los excesos de tu juventud te cobran factura. Siempre se dice se habla de Scott por sus escándalos, por sus problemas de drogas, por su admirable posición de rockstar, Weiland fue mucho mas que eso aunque los medios engrandezcan sus aficiones por el crack o la heroína como si su vida hubiera sido tan simple.

 

Weiland formo parte o lidero como se quiera ver una banda medular en los noventa STONE TEMPLE PILOTS, crearon discos con un estilo que algunos le llaman post grunge aunque básicamente era rock setentero con mucha densidad, duro, poderoso. Sus mejores discos en el inicio de su carrera por ahi de 1992 les dieron un reconocimiento importante, el comienzo fue con «CORE» , siguieron «PURPLE», «TINY MUSIC..SONGS FROM THE VATIVAN GIFT SHOP», «No 4», «SHANGRI LE DEE DA» y «THANK YOU». Todos esos trabajos con el arma principal, voz fuerte, entonada, expresiva, desolada ademas de guitarras con grandes riffs, un verdadero grupo de rock.

 

Scott ademas de un buen cantante, era un gran compositor, temas como. «CREEP», «CRACKERMAN», «PLUSH», «DOWN», «VASOLINE» lo dejan claro. Después de la salida de la banda por problemas legales o de drogas vino el resurgimiento con VELVET REVOLVER el grupo que formo con ex integrantes de GUNS N ROSES donde resurgió el gran frontman que vivía en su ser,ese dueño del escenario, con una capacidad natural de levantar a los asistentes a sus conciertos.

 

La realidad es que aunque su carrera subió de nuevo por 2006 el éxito masivo que tuvo con los STONE no regreso, pero Weiland no lo deseaba, le gustaba ser musico porque no tenia que dedicarse a realizar actividades laborales que consideraba desgastantes, no tenia horarios, podía ser un hedonista pragmático.

 

Scott fue el tipo de cantante que se admira por su fuerza en el escenario, su liderazgo, su posición inalcanzable. Es cierto que fue un brutal adicto, que consumió todo lo posible, que pertenece a una generación arrastrada por las drogas, sin embargo eso es parte de sus debilidades, no engloba su personalidad.

 

Su destino trágico le alcanzo quizá cuando menos se esperaba, uno nunca sabe cuando es el momento, lo real es que Weiland deja una cantidad de seguidores, discos, letras y presentaciones como para que le recordemos con una sonrisa discreta y el puño en lo alto.

 

«Will you follow me» Down STP