Por: Erick Galvez Ayala

 

El tiempo pone a cada uno en su lugar, da recompensas a quien sembró con esmero, da una bofetada a quien espero una ayuda divina para hacer algo importante en la vida. En 1996 el rock tenia un lugar privilegiado en el mundo, todavía quedaba un poco de la generación Grunge, SOUNDGARDEN, PEARL JAM O STONE TEMPLE PILOTS, presentaron buenos discos, se creaba el proyecto de «ANTICHRIST SUPERSTAR»  de MARILYN MANSON, TOOL editaba un excelente disco «AENIMA» y la banda contestataria RAGE AGAINST THE MACHINE publicaba su segundo álbum, el rock dominaba el mundo. En latinoamerica se editaban discos de LOS PIOJOS, LUCYBELL, LA BARRANCA, JAGUARES, CAFE TACUBA, FOBIA y el segundo álbum de un hasta entonces ex menudo, ROBI DRACO ROSA publicaba «VAGABUNDO», nadie esperaba mas que un pop rock sencillo con alguna letra que se salvara, sin embargo, el disco era totalmente distinto.

 

Sumido en una vida nómada Robi Draco Rosa creo un álbum que a todas luces es admirable, su sonido era crudo, pesado, psicodelico, alucinado, sus letras iban de la ira a la desolación, del amor a los recuerdos, de la poesía a la soledad. Nadie habría pensado que un adolescente que bailaba como Elvis canciones insulsas podría crear algo tan novedoso al menos para el rock en latinoamerica. Grabado en Inglaterra bajo la producción de Phil Manzanera el trabajo es impecable, comienza con una atmósfera solitaria, viento junto a la voz del cantante que nos indica como se mata el tiempo, «HABLANDO DEL AMOR» es el primer corte que en realidad no es canción. Inmediatamente después al fondo vienen persiguiéndonos unas guitarras psicodelicas, nos alcanzan para empezar con los gritos de Draco «MADRE TIERRA» es el segundo track, una pieza de rock poderoso, una voz temeraria suena, este no parece Robi, mas bien parece el diablo que habita en el, excelente canción que nos deja aun mas expectantes. Para el tercer track la poesía llega acompañada de una guitarra que se corta cada dos segundos, Draco incluye lineas del poeta Jaime Sabines, añade lineas de su autoria para «LLANTO SUBTERRANEO», aquí el volumen ha bajado aunque la obra sigue siendo intensa. Viene el cuarto tema, «VAGABUNDO», sin duda una delicia, guitarra acústica, voz aguardientosa mas un ritmo dispar que le viene bien a una letra realmente buena, «Rodando por el mundo camino, camino, pregunto a la quimera el enigma del destino, nómada, loco, noctambulo y soñador, un vagabundo, trono sin rey, un vagabundo, templo sin dios». El siguiente paso es «PENELOPE» el piano con un ritmo semilento una voz mas afinada interpretan unas lineas hermosas donde ahora estamos seguros que este es un excelente disco, este tema relata la historia de una musa añorada que no regresara, una belleza. Después de bajar el volumen para mostrar ese lado sensible aunque nada meloso, regresa una guitarra poderosa para crear un rock potente, los gritos de la desesperación suenan en «DELIRIOS», Draco canta: «Grito los nombres para nadie responde, perdí el camino de vuelta al hogar, se que estoy yendo pero no se adonde, busco un principio y solo encuentro un final….». Estamos casi llegando a la mitad del disco, ahora volvemos a lineas de Jaime Sabines mas guitarras distorsionadas, lentitud mas velocidad, ira mas desolación en «PARA NO OLVIDAR».

 

Comienza la segunda parte del álbum con «BLANCA MUJER» acompañado solo de un piano mas cuerdas en el fondo, letra impactante que cuenta la visita de la muerte. «VERTIGO» nos regresa al punto de rock pesado, voz fuerte que insiste en recalcar que la crudeza es el sello principal del disco. «VIVIR» tiene una instrumentación con metales, piano, un inicio de música clásica, Draco nos regala otra excelente letra «Jamas exhibiría mi alma en un museo ni subastaría mi amor a un comprador, ni por ti, ni por mi, ni por nadie…», una declaración personal que nos muestra a un artista que no desea pertenecer, mas bien busca su lugar, su propio hogar. «BRUJERIA» es el siguiente corte, atmósfera oscura, casi gótica para entrar con la voz lenta después llegar al estribillo y gritar efusivamente, una furia contenida se oye al fondo, excelente tema. «LA FLOR DEL FRIO» es una canción que parece grabada en un bar, piano mas soledad,la voz de Robi parece que ha bebido de mas, un track extraño aunque no por eso de baja calidad. La ultima canción de esta obra maestra es «AMANTES HASTA EL FIN» aquí hay una melodía elegante, extraordinariamente instrumentada con (como es costumbre del disco) una gran letra, el final esta llegando y nos preguntamos ¿cual fue el punto bajo del disco?, la respuesta es: no hubo, todo merece la pena. El final es un corte de solo 37 segundos con viento en el fondo y silbidos.

 

Menos de 50 minutos son suficientes para mostrar el talento mas el potencial de un artista que tiene como principal característica que no es clasificable en ningún genero, un disco que todos los amantes del rock deben tener, degustarlo con un buen vino, en soledad o en desesperación.

 

«Yo, Draco Cornellius Rosa, que paseo lento y tranquilo por la vida como albacea de mis veintisiete años, habiendo sido iniciado y purificado por la naturaleza, y viéndome ahora esclavizado en los pasillos de la nada, tomo asiento en la sociedad de la libertad ficticia y pidiendo disculpas por la herejía… valido mi venta al diablo por tiempo limitado»  Fragmento de una Epístola de Álbum «Vagabundo», Draco Rosa.