Por Laura Vega

Twitter: @LalysVs

Difícilmente puedo definir al autor Paulo Coelho, para muchos es un novelista, pero no solo uno más, sino el mejor de los contemporáneos, otros incluso lo definen como filósofo motivador, para mí es un escritor con talento mal explotado probablemente, quizá le falte más seriedad para llegar a proponer algo que lo caracterice, algunos dirán que es muy fácil criticar severamente algo que no se hace, es posible, pero uno de los objetivos al expresar mediante música, literatura, cine, etc., es para llegar al público y despertar interés; consiente de que para poder emitir una crítica u opinión sobre algún tema hay que mantener la mente abierta y dar oportunidad a todo para crear un juicio más ecuánime, digo que Paolo Coelho no es un autor literario, me deja la impresión de ser un escritor para momentos específicos con palabrería simple y tópica, un tanto significativa pero en general creo que ofrece una idea apacible, quizá un tanto presuntuoso.

Hacía mucho que no leía algo que me disgustara tanto, que hiciera sentir mi tiempo malgastado, tratándose del libro más vendido del autor y uno de los más vendidos en los últimos 50 años, algo bueno debía tener, y probablemente sea una prosa sencilla, una narración directa y lineal, y la búsqueda de los sueños, alentando a dejar huella en el mundo a través de metáforas simples y convencionales, algo ligero que cualquiera pueda leer; es evidente que es más un producto meramente comercial que una interpretación propia de Las mil y una noches o una novela como tal.

Cargado de optimismo y esperanza la historia gira alrededor de un joven que emprende un largo viaje en busca de su destino o como se menciona en el libro su leyenda personal, haciendo hincapié de forma loable en como los acontecimientos casuales de nuestras vidas median para alcanzar el éxito, si bien es cierto en algún punto, me parece bastante rebuscada la idea, es decir el texto está cargado de frases y anécdotas que adornan una enseñanza demasiada melosa.

En definitiva para mí El alquimista es un libro que rosa con un libro de autoayuda, aquí no hay transformado como en las novelas literarias, no hay personajes memorables, aquí está todo implícito, no hay narrativa elaborada, no es de esos libros que te enganchan a pesar de ser corto, aquí el tema principal es el desarrollo y crecimiento personal a través de una moral superficial llena de consejos baratos encuadernados y envueltos como obra literaria.

De momento me ha dejado muy pocas ganas de leer algo más del escritor, probablemente más adelante, pero si este el mejor libro del autor, prefiero decir que no lo recomiendo, claramente no estamos ante una obra maestra, ahí recae mi sentimiento decepcionante, saber que mucha gente ha quedado cautivada con el autor solo por este libro y creer que leen verdadera literatura es cuando realmente no lo tolero, es decir, redactar libros de autoayuda para mi es el pretexto más absurdo para decirse escritor literario, será que no soporto para nada este género si es que se le puede llamar así, el escritor va dando consejos de cómo vivir como si fuera la cosa más sencilla, y como si el lector fuera tan estúpido que necesita que alguien le enseñe como ser feliz; cierto que un consejo no está de más, pero en serio un libro no puede cambiar la vida, para mí un libro de autoayuda es como la religión, refugiarse en algo para no aceptar la realidad; para cambiar no se necesitan historias de inspiración divina y poco originales que van repitiendo a cada oportunidad frases obligadas para que uno piense que el autor tiene la fórmula de la vida, el cambio depende de uno mismo.

Quizá pueda entender de donde viene la fama de Paulo Coelho, de su sencillez al plasmar, entiendo el mensaje positivo pero si realmente se tratara de una novela preferiría que fuera más sutil su psicoanálisis, en definitiva, el autor está sobrevalorado y además malamente, si pudieran desprenderle la “etiqueta” de novela a El Alquimista y de novelista al escritor, mi opinión sería más como la de un método un tanto original de autoayuda al crear una historia con un moraleja simple pero decisiva, sin embargo, como dije antes mi lectura resulto decepcionante quizá por la “etiqueta” porque en definitiva apuesto a que el escritor podría explotar mejor su talento.

 “Cuando realmente quieres que algo suceda, el universo entero conspira para que tu deseo se vuelva realidad”.