Por José Luis Ayala Ramírez

Twitter: @ayala1788

 

Hay directores que desde su opera prima dejan claro que están hechos para cosas grandes, muy grandes. La década de los 70s quedo marcada por una nueva generación de cineastas que le dieron un giro al cine americano, de esta camada salieron talentos como los de Coppola, Scorsese, Allen, De Palma, y un joven promesa que se gano rápidamente el reconocimiento de la crítica y público por igual, el futuro Rey Midas, Steven Spielberg.

Nacido en el seno de una familia judía, el niño Spielberg grababa cortos con la cámara de sus padres desde temprana edad y a los 13 años obtuvo su primer premio por un mediometraje de la Segunda Guerra Mundial. Estaba claro desde el principio que el cine era para él, solamente habría que esperar que los productores creyeran en él para sacar oro de donde nadie nunca hubiera pensado.

Spielberg es un cineasta en toda la extensión de la palabra, no un guionista, sino un director, un tipo que con la cámara hace cosas extraterrestres, un prodigio en la planificación de una escena, en el arte de crear suspense con solo música, en la forma de filmar escenas de acción como si fueran rodadas por un niño, un niño muy talentoso eso si. Sabía como conectar con el público no importando si la historia transcurre en medio del Holocausto, en el mar, en un parque ficticio, no importa si los protagonistas son alienígenas, tiburones, dinosaurios o un arqueólogo en gran condición física, el nivel de calidad siempre permanecía intacto.

No hay que darle muchas vueltas a la historia para saber que el cine es uno antes y otro después de Spielberg, si bien casi desde sus inicios el séptimo arte siempre ha sido considerado un negocio, la llegada de este señor y de su amigo George Lucas lo volvieron en lo que es ahora, es el hombre que prácticamente realizó los primeros blockbusters de la historia, pero también cambia continuamente de aires para filmar proyectos más personales y serios. Ha navegado en géneros como el bélico, la ciencia ficción, el thriller, de aventuras, el biopic, siempre manteniendo el nivel cinematográfico.

Spielberg ha tenido 3 socios sin el cual su cine no se podría sentir igual. Michael Kahn es su editor de cabecera el cual ha montado cada filme del director a excepción de E.t. el extraterrestre, el cual ayuda a perfeccionar las secuencias filmadas, luego esta Janusz Kaminski, uno de los mejores cine fotógrafos de la historia con el cual ha trabajado desde El imperio del sol, un artista que es capaz de filmar planos usando diferentes técnicas como el blanco y negro, claroscuros, tonos rojizos, etc. Y finalmente esta John Williams, considerado por muchos el mejor musicalizador del orbe, un genio que ha creado una serie de partituras legendarias para los filmes de su amigo Steven.

Podrá gustar su cine o no, sentirse atraído por sus proyectos o simplemente ser repelidos por el espectador, pero esta fuera de discusión que Spieberg es uno de los grandes directores que jamás han existido, no un autor, sino un realizador, un tipo que con la cámara hace magia, un señor con corazón de niño como se puede observar en casi toda su filmografía. Si mejor amigo de un escritor es su pluma y lápiz, el del director es la cámara, que es la que hace al cine lo que finalmente es.

 

«Cada vez que veo una película en el cine es mágico, sin importar cual sea el argumento».- Steven Spielberg

 

 

3 películas para recomendar  

 

E.t el extraterrestre. Si bien es  Tiburón la película que la dio a conocer, es la historia de amistad entre un niño y un extraterrestre lo que confirmo a Spielberg como el Rey Midas. El filme fue el más taquillero en su momento, a la par esta la segunda cinta mejor rodada, montada, fotografiada y musicalizada de la década de los 80s. La persecución final en las bicicletas es oro puro.

La lista de Schindler. El Holocausto visto a través del cine como nunca antes, un casi documental del Shoah, un retrato tan incomodo, perturbador, inquietante como esperanzador, porque hay que decirlo, a Spielberg le gustan los finales «felices», y aunque esta cinta quizá no lo necesite, si marca su sello distintivo. Casi de forma unánime es considerada su obra maestra y uno de los mejores filmes de la historia del cine.

Inteligencia Artificial. El trabajo más infravalorado de su filmografía, una historia heredada por Kubrick que pudiera parecer una historia de Pinocho en un mundo apocalíptico, pero que esta llena de detalles, moralejas y un sentimiento clavado que hace que cada visionado sea un verdadero deleite para el cerebro, los ojos y sobre todo el corazón.