Por: Dear Mr. Fantasy

En muchas ocasiones he soñado que la ciudad se inunda, ríos de posío ocupan las grandes avenidas, las coladeras revientan expulsando toda nuestra mierda, en cada uno de los sueños permanezco inerte, solo observo como el agua sube por mis tobillos hasta llegar a mi cintura, supongo que se trata de una pesadilla pues nunca he aprendido a nadar y las veces que lo he intentado acabo tragando litros de agua salada. Pero en los sueños me encuentro pasivo, siempre hay una figura en frente de mí, la cual por alguna razón trato de seguir, su sola presencia me da tranquilidad, tal vez se trate de un ser Zen o una Deidad.

Es extraño como la lluvia nos impide ver hacia el cielo, o que nuestra reacción inmediata sea mirar al suelo, algún día los ríos que ocuparon el valle buscaran nuevamente su cauce y limpiaran la peste de la ciudad. Estamos rodeados por montañas y no tendremos a donde ir.

En los sueños puedo ver el pánico de la gente, como pelean por sobrevivir, buscan ganar altura en espera de la salvación pero no hay a nadie que le importe la conservación de la especie, cuerpos inertes chocan en los parabrisas de los autos abandonados, ¿alguna vez has visto como huyen las hormigas de sus colonias, cuando les viertes agua?, es la reacción más básica de supervivencia “huir”, todos huyen de manera desordenada y sin orientación alguna. Años evolutivos se van a la basura ante la amenaza de muerte, todos estos siglos solo hemos disfrazado al Neanderthal, hemos cambiado los grilletes por relojes, el ser espiritual no existe, es solo una banalidad bajo una toga, no importa que tan descalzo andes siempre temerás al fuego bajo tus pies y siempre buscaras la forma de estar más alto. Los lugares más sagrados del mundo están en las montañas más altas ¿Por qué?

La persona frente a mi guía mis pasos hasta la entrada del metro, litros de agua salen de la entrada formando un arco que simula una cascada, lo sigo hasta que ya no puedo respirar, mis pies dejan de tocar el suelo y comienzo a flotar. Simplemente me dejo llevar, nuevamente regresa la tranquilidad a mí. He hecho cosas terribles en mi vida que la muerte me parece algo aceptable.

Siempre despierto para darme cuenta que ahí sigue mi ciudad y ahí siguen mis pecados atormentándome.