Por José Luis Ayala Ramírez

Twitter: @ayala1788

 

El cine mexicano sigue con su marca de la casa con temas donde la violencia y delincuencia son los que más predominan, sin embargo Te prometo anarquía no se siente una reiteración de lo mismo por dos razones, primero porque el asunto del tráfico de sangre no se había tocado y segundo por la forma en que es tocado el tema, pues no solo se trata de una simple historia más de delincuencia, sino que se anexa una historia de amor homosexual que se vuelve determinante para el accionar de los protagonistas.

Es curioso que tuviera que llegar un director guatemalteco nacido en Estados Unidos a sacar una película como Te prometo anarquía, pues todo se siente realmente cercano y cotidiano, el uso de los diálogos o los escenarios donde se desarrolla la acción está perfectamente contextualizado, la imagen juega un papel fundamental tanto en interiores como en exteriores, por supuesto mucho tiene que ver el excelso trabajo de Maria Secco, la directora de fotografía pero también el trabajo del director es estupendo en el uso de algunos planos secuencia, tomas fijas en lugares cerrados o las panorámicas en exteriores.

Se nota cierta influencia por parte del cine de Gus van Sant en su etapa de cine independiente, sobre todo me ha recordado a Paranoid Park, no solo por lo del skateboard, sino por el tratamiento de los personajes, de la adolescencia, como un acontecimiento te cambia la vida, como se vuelve uno adulto prematuramente.

A la película le cuesta arrancar en su primera media hora pero una vez que te agarra no te suelta; quizá un poco en los minutos finales donde hay un epilogo un tanto largo cuando ya todo estaba dicho en la historia, pero hay momentos muy bien conseguidos, la relación entre los dos protagonistas, la atmósfera en las calles de la ciudad de México, lo inquietante del tercer acto, toda la parte del climax está llena de tensión, de caos, de anarquía.

Aún se nota cierto estilo de director debutante que no debería ser tan latente cuando estamos hablando que se trata ya del quinto trabajo del cineasta, pero quitando eso Te prometo anarquía tiene resultados muy satisfactorios y se destaca como una de las mejores películas mexicanas estrenadas este año, una pena que como siempre la corrida por cines de este tipo de filmes sea muy limitada.