Por José Luis Ayala Ramírez

Twitter: @ayala1788

 

Llega la película más polémica del pasado Festival de Cine de Cannes, la cual dividió a la crítica los cuales la llamaron espectacular y hermosa pero también bochornosa y aburrida. El cine de Nicolas Widing Refn no es para todos, tan solo Drive obtuvo  cierta unanimidad y aun así también algunos detractores, dentro de los que me incluyo, personalmente creo que el cine del danés es visualmente intachable pero sin sustancia, sin emoción, esta vacío y The Neon Demon no ha hecho más que lo confirme todavía más.

El argumento es nuevamente muy atractivo, una joven aspirante a modelo se sumerge en un mundo de belleza, de glamour pero también de terror y envidias. Durante los primeros minutos el director logra sumergirnos en su mundo a través de su estilo visual perfectamente detectable, a pesar de que es la primera vez que la directora de fotografía Natasha Braier trabaja con el también autor de Bronson, logra acoplarse perfectamente a la personalidad de su cine. Por su parte Elle Fanning se nos presenta como la chica inocente, frágil, y ella lo representa muy bien con esa mirada todavía de niña que tiene.

Pero mientras más nos sumergirnos en ese universo tan glamuroso, más nos damos cuenta de que está vacío, lo que cuenta, como lo cuenta, la película es una perfecta alegoría al mundo de la belleza, superficialmente es bello pero no hay nada detrás. Ante esto la película cae en un rotundo seguimiento de secuencias planas, aburridas, sin pasión, sin sustancia, con una protagonista que también es arrastrada hacia la nada absoluta.

Mientras más veía The Neon Demon más me acordaba de dos películas con las que comparte ciertos detalles del argumento y psique de sus personajes, Mullholand drive y Black swan, lamentablemente para el filme de Refn en la comparación sale perdiendo de todas todas, lo que en las otras era inteligente, perturbador y surreal aquí es torpe, en ocasiones da risa y muchas situaciones se tornan falsas.

Sin embargo lo que verdaderamente cabrea en The Neon Demon viene en su tercer acto, pero no me malentiendan, no me molestan sus imágenes, individualmente hasta son medianamente impactantes, lo lamentable es que el señor Refn haya tenido que recurrir a esto para que la gente hablara de él, se nota la urgencia de un director que requiere atención de alguien que buscaba crear polémica cuando esta no venía al caso, lo que termina de hacer a este tramo final una verdadera tomadura de pelo, si el director buscaba crear malestar a mí me ha provocado risa y lastima, en su afán de querer ser un Von Trier o Haneke (verdaderos maestros de crear impacto y molestia) termina siendo un director de cine gore más, donde lo gratuito y sin sentido predomina en pantalla.

Evaluándola toda The Neon Demon no es quizá tan mala como Only god forgives, pero si tiene los momentos más vergonzosos y lamentables del director, y del año, un cine gratuito, infantil, aburrido y plano al final de cuentas.