Por José Luis Ayala Ramírez

Twitter: @ayala1788

 

Tim Burton fue un director muy “peculiar”. En los 90s este director de un estilo oscuro, macabro y extravagante creo algunos de los títulos claves de esta década. Ahora busca regresar a sus raíces con su nueva película Miss Peregrine y los niños peculiares; basada en la novela de Ransom Riggs, la cual tiene muchos elementos del cine marca del director, una historia llena de fantasía, una oscuridad latente tanto en el relato como en lo visual y sobre todo muchos, pero muchos personajes peculiares.

Tras un inicio apresurado y torpemente narrado, el protagonista Jacob (cumplidor Asa Butterfield) llega al hogar de Miss Peregrine la cual cuida a varios niños con alguna característica única, en este segmento el director se logra mover como pez en el agua en la presentación de sus personajes, contagiando cierto humor y consiguiendo algún momento muy notable, como la fantástica secuencia del reinicio del día con hermosos efectos visuales o la demostración del “talento” del personaje de Ella Purnell.

Luego de esta introducción bastante entretenida la película se mete de lleno en una trama llena de conceptos, reglas y fantasía que saturan y que Burton no logra sintetizar saturando de mucha información innecesaria y mal abarcada, sin embargo aún se veía una historia con cierta idea y peculiaridad, para luego dar paso a Samuel L. Jackson donde definitivamente Miss Peregrine empieza a hundirse.

Esta parte final está llena de acción mal ejecutada y poco emocionante, donde el peor Burton de todos (el mismo de Alice in Wonderland y Dark shadows) aparece escapándose de sus manos totalmente la cinta, con resoluciones precipitadas, sacadas de la manga, con situaciones infantiles y risibles. Lo que se antojaba para ser un blockbuster diferente entre toda la cartelera común actual, termina quedándose en una zona de confort propia de los filmes action live de Disney.

Sumamente desperdiciadas están Judi Dench y sobre todo Eva Green, esa Miss Peregrine como personaje prometía mucho más  y lo cierto es que termina siendo bastante olvidable. Pero lo del señor Jackson es lamentable, digno de todos los premios Razzie, ridículo y sobre actuado, cuando no lo dirige Tarantino a este actor se le va el plumero.

En su intento de seguir siendo “peculiar”, Burton adapto una obra que se asemejaba mucho a su marca fílmica, sin embargo este director ha dejado de ser el loco freaky que era quedándose con un estilo aún suyo sí, pero que parece ya no da más de sí. Miss Peregrine y los niños peculiares es la confirmación de que los mejores  momentos de Burton muy difícilmente volverán.

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