Por José Luis Ayala Ramírez

Twitter: @ayala1788

 

Denis Villeneuve se consagra definitivamente dentro de los directores más importantes de la industria en la actualidad con no solo su trabajo más ambicioso y mejor filmado a la fecha, sino con una de las mejores películas de los últimos años, un filme que perdurara en el tiempo y ganara con los visionados.

Arrival (La Llegada) va más allá de un simple filme de ciencia ficción sobre la llegada de extraterrestres, es una hermosa historia de amor, sobre la vida, sobre la muerte, sobre el futuro, sobre el pasado, sobre como las decisiones marcan el rumbo de nuestra existencia, para tomar conciencia sobre la dirección ha tomado nuestra sociedad y el mundo.

Me ha gustado mucho como Villeneuve utiliza algo tan común como el lenguaje, la comunicación para explorar esos temas, enfatizándose en el miedo a lo desconocido, en el rechazo que provoca ese miedo, en como la falta de comprensión interrumpe nuestra capacidad de expresarnos, de entendernos, babel en toda su expresión elevado a la enésima potencia.

La primera parte es cine escénico perfectamente filmado, cuidadoso, milimétrico, las secuencias por momentos son claustrofóbicas, agobian, un cine casi kubrickiano con un uso del sonido y música nunca mejor dicho: extraterrestre. La segunda parte es mucho más emocional, golpea fuerte y duro, más spielbergriana lo que no impide que siga siendo una orgia visual, con ideas y sentimientos que van penetrando cerebro y corazón por partes iguales, la banda sonora se convierte en un placer para los oídos mientras lo que ocurre en pantalla es tan bello como inteligente.

Amy Adams firma la mejor interpretación de su carrera, su personaje es sumamente hermoso y la mirada de ella expresa todo un mundo de emociones.

Una preciosidad de película, cine que te emociona, que te envuelve, que te deja noqueado. Villeneuve tiene mi confianza absoluta a partir de hoy. La mejor película del año.