Por: José Luis Ayala Ramírez

Twitter: @ayala1788 

 

Las calles pertenecen a Martin Scorsese.  La carrera de este cineasta está llena de contrastes, versatilidad y varios géneros, pero hay un elemento que siempre es constante y es precisamente eso, las calles, los suburbios, lo que acontece en el mundo real, donde persiste la ley de que sólo el más fuerte (o listo) sobrevive.

La década de los 70s fueron una metamorfosis para el cine norteamericano, nombres como Spielberg, Coppola y por supuesto Scorsese contribuyeron a esta transformación. Desde sus inicios el italoamericano mostró un gran dominio del arte cinematográfico, elementos como  la narrativa a través de la voz en off y elipsis, el uso novedoso de la violencia cotidiana así como el manejo de la cámara con recursos como el plano secuencia o zooms que se van acercando rápidamente a los rostros de los protagonistas, son algunas de las herramientas que se pueden vislumbrar en su filmografía.

No es ningún secreto que la mayoría de las historias filmadas por Scorsese sean protagonizadas por personajes masculinos, se nota cierta atracción hacia el hombre atormentado, con problemas personales, de una gran carga psicológica, que por lo general alcanzan una determinada cima para luego caer al abismo, en ese aspecto Scorsese aniquila el sueño americano, para él América no representa la tierra de las oportunidades, sino de los sueños destruidos.

A través de su carrera Scorsese ha tenido dos grandes colaboraciones con dos grandes actores, Robert De Niro y Leonardo DiCaprio, o mejor dicho él los hizo grandes, cuando llegaron con él ya era muy buenos, pero él los convirtió en los mejores actores de sus respectivas generaciones, y eso que hablamos de dos intérpretes que se llevan más de 30 años.

Además de ser un director de películas de “ficción”, otra faceta poco conocida del maestro es como realizador de documentales musicales, leyendas como los Rolling Stones, Bob Dylan, George Harrison, Neil Young, Van Morrison, entre otros, han sido capturados a través del lente de este señor en interesantes propuestas visuales.

Era hora de darle su lugar a Martin Scorsese en nuestra sección Cineastas, probablemente de los directores que emergieron durante los 70s sea el que mejor ha envejecido con los años, ya que en la actualidad sigue siendo uno de los mejores, un maestro.

“El cine trata de lo que está dentro del cuadro, y de lo que esta fuera”.- Martin Scorsese

3 películas para recomendar

Taxi Driver. Probablemente se trate de la película más personal del director, un descenso a los infiernos pocos vistos de la ciudad de nueva York visto a través de los ojos de Travis (inmenso De Niro), un veterano de la guerra de Vietnam que no encaja en una sociedad hipócrita y superficial. Es una película que representa perfectamente el “nuevo” cine americano de los 70s, tan brutal como honesta, ver a Travis conducir su taxi por las calles mientras suena la música de Bernard Hermann es todo un clásico.

Toro Salvaje. Considerada por el American Film Institute como la mejor película de deportes de la historia del cine, sigue el ascenso y caída del boxeador Jake la Motta. Filmada en blanco y negro para contrarrestar la violencia de los enfrentamientos en el cuadrilátero, se trata de un estudio de personaje perfecto, lleno de matices, De Niro no actúa, literalmente se pone la piel del peleador, en quizá su mejor interpretación que le valió un Oscar. Ya desde que suena Cavallería Rusticana en los créditos iniciales sabemos que estamos ante algo grande.

Buenos Muchachos. “Desde que tengo uso de razón siempre quise ser un gangster”. Con esta frase Scorsese comienza su película de la mafia definitiva, aquella que muchos consideran reinventa un género que parecía cerrado desde El Padrino, una película que casi actúa como un documental para mostrarnos tras bambalinas el mundo de la mafia. Planos secuencia, voz en off, la violencia, el uso de la música, todo es cine marca de la casa de gran altura.