Por Laura Vega

Editado en el 2016 “Cuentos Proletarios” es una compilación de relatos escritos en diferentes periodos por Carlos Alberto Ramos Zúñiga escritor originario de Tula de Allende Hidalgo.

Apostando mis expectativas a la propuesta de un escritor que se da a conocer con un título que invita a especular sobre su contenido, inicio la lectura con una sinopsis que describe al libro como una herramienta de lucha revolucionaria a través de la literatura exponiendo un reflejo de la realidad social.

En el entendido de que va el libro considero innecesario un prefacio con una explicación tan explícita del contenido, porque nos quita la oportunidad de razonar el trasfondo de los cuentos, aunque el prefacio es un preliminar sobre las ideas del autor y lo que intenta transmitir, percibo demasiado énfasis en algo que más adelante cuando se leen los cuentos se sobreentiende, por lo que yo lo calificaría más bien como un galeato, por su exasperada afirmación de no calificarse como una obra hecha para la “academia” sino más bien como una obra para el pueblo, (como para gente que no acostumbra leer, muestra de la poca confianza hacia el pueblo) justificando la sencillez de su narrativa, y como por temor a cualquier crítica. Sin embargo, esto no es culpa del autor.

Haciendo de lado el prefacio, comienzo los relatos “Se hizo verano” que se lee en un respiro, “Luna Cuadrada”, texto de vivencias que implican cambio y una visión a un mundo al que todos pertenecemos pero que muchas veces no nos detenemos a observar, continuo con la lectura que es ligera, “Me quedo contigo” probablemente uno de mis favoritos de la compilación, un cuento que maneja bien un doble matiz reflejando frustración y coraje de un mundo subordinado y al mismo tiempo distrayendo nuestra atención para dejarnos sacudidos con un final fúnebre de crítica social sutil pero al mismo tiempo contundente.

“Tomados de la mano”, es el relato en que menos trasfondo percibí, sin embargo no lo hace menos especial, y se suma a mis favoritos del libro, un relato que nos arrastra hasta sumergirnos en el mundo de los personajes, con una narrativa legible, para mi es donde la literatura se hace presente, sigue “Amor a primera vista” bajo la misma técnica con un final predecible por el relato anterior.

Es a partir de “Prácticas de vuelo” donde  los relatos empiezan a tornarse con tintes de realidad y denuncia social, es donde el autor conjuga su talento narrativo con su espíritu revolucionario, donde comienza a evidenciar su hartazgo hacia una sociedad que se consume en la cotidianidad corrupta de nuestro país, la ideología del autor comienzan a fluir entre ese río de letras para alzar su voz y reclamar el poder que pertenece al pueblo.

Los cuentos que siguen son en definitiva los que caracterizan al autor, historias que tienen de fondo un escenario crudo y real de nuestra sociedad, es ahí donde se encierra el verdadero mensaje que quiere transmitir, con una prosa sencilla pero astuta logra atrapar al lector para mostrarnos lo acostumbrados que estamos a la violencia,  a la muerte, a la corrupción e injusticia, que pareciera que sólo en los sueños se puede esperar una revolución.

Llego al final de la lectura con “Cincuenta monedas” probablemente el cuento que menos me ha gustado, un texto para mi rebuscado en intención, real pero llena de conmiseración, con dos perspectivas por un lado la desolación y por el otro la esperanza, aunque el entorno es entendible no coincido en culpar del todo al sistema gubernamental de la situación actual de nuestro país, no podemos justificar nuestra mentalidad mediocre diciéndonos pueblo oprimido, porque salir del agujero depende únicamente de nosotros, si bien es cierto que el gobierno quiere un pueblo ignorante,  también es cierto que no siempre tenemos el interés de acercarnos a la educación; “Cincuenta monedas”  para mí es un tanto pretencioso y lleno de clichés.

En definitiva “Cuentos Proletarios” pone en evidencia nuestra carente capacidad de asombro ante la situación de crisis social-político-económico que atraviesa nuestro país, aplaudo la creatividad del escritor en sus cuentos para exponer a la ciudadanía cada vez más enajenada como consecuencia del capitalismo, sin más una colección que expone a través de una narrativa creativa amor, violencia, corrupción, política y la falta de valores humanos, en conclusión una crítica social sutil e inexorable al mismo tiempo.