Por Harry Cano.

Memorias

Por años continuos mis padres solían llevarme a un Video Club que se encontraba cerca de mi casa, era de esos donde podías rentar películas en VHS, de esos video clubes que ya se extinguieron, solían llevarme una o dos veces por semana, dependiendo de mi buen comportamiento y mis calificaciones <<chantaje recurrente en la infancia>>. Era asiduo a “La Historia Sin Fin” o “Pie Pequeño”, las podía ver una y otra vez y no me cansaban. Pero recuerdo perfectamente que entre los estantes estaba un VHS que llevaba por título “El Silencio de los Inocentes”, me llamaba mucho la atención, el rostro de Jodie Foster, con esa mariposa y con una calavera lúgubre, sentía miedo, pero a la vez quería verla de inmediato. Le decía a mi papa -Podemos rentar esta película- a lo que él me contestaba    -No, es una película para adultos, no tienes edad para verla-. En ese momento yo tenía siete u ocho años. Pasaban los años y seguía viendo la película en el estante.

Ya estando en segundo de secundaria, tenía 15 años (pasaron siete para poder verla), fue cuando tuve el primer acercamiento con “El Silencio de los Inocentes”. Y fue como un acto de milagro, fuimos de nuevo al Video Club y volví a arriesgarme, la tome del estante y le dije a mi padre -Ahora si me vas a dejar verla- y sólo me dijo -Esta bien-. Era un día de mucho frio y ya era de noche, tenía la videocasetera en mi cuarto y decidí ver la película solo. Y bueno (….) la experiencia fue trascendental.

“El Silencio de los Inocentes” fue un filme que me marco, de esos sucesos que llevas contigo para toda la vida (Quien se diga cinéfilo de verdad, lleva por siempre en su mente, el rostro de Anthony Hopkins con esa mascara carcelaria terrorífica).

También desconocía toda la fama que le antecedía a la película y su prestigio de clásico. En ese tiempo yo no sabía quién era Jonathan Demme. Levemente comenzaba mi amor por el cine.

Vida, carrera fílmica, triunfos y fracasos.

Robert Jonathan Demme nació en Baldwin (Nueva York) en el año 1944. Sus padres se dedicaban a las bienes raíces. Mientras, el adolescente Demme consumía fervientemente filmes de “Serie B”. Con intenciones intelectuales, estudio en la Universidad de Florida la carrera de Bellas Artes. Principió su carrera cinematográfica en 1971 en la productora de Roger Corman y en ese mismo año escribió el guion de “Angels Hard as They Come” de Joe Viola, una película sobre motociclistas. En 1975 dirige su primera película “La Cárcel Caliente”, producida por Corman y protagonizada por Barbara Steele (actriz referencia de los filmes de terror de los años sesentas y setentas). Después vendría el filme contestatario “Luchando por mis Derechos” protagonizada por Peter Fonda y “El Eslabón del Niagara” con Roy Schneider.

Pero es con “Melvin y Howard” que entra con fuerza al estrato Hollywoodense, dirigiendo a un elenco donde destacaban Jason Robards y Mary Steenburgen, de paso esta misma se llevó el Oscar a la Mejor Actriz de Reparto. La película también se alzó con el Oscar al Mejor Guion Original escrito por Bo Goldman.

Filmo en 1984 “Stop Making Sense”, sobre la banda “Talking Heads”, posiblemente uno de los mejores documentales (el mismo Demme no lo llamaba documental, sino una simple grabación en vivo) sobre conciertos de rock.

 “No era un documental, sino que grabé una performance de ‘Talking Heads’. La comunión con la música en directo es la forma de cine más pura que existe, es un excelente matrimonio. La meta es no mostrar la música, sino que el cine interactúe con ella y se convierta en parte de la experiencia”. – Jonathan Demme.

Dirigió en 1986  la comedia de enredos “Algo Salvaje” con un deschavetada y primeriza en la actuación, Melannie Griffith. Jeff Daniels y Ray Liotta también formaban parte del elenco. En 1988 se encargó de dirigir la película “Casada con Todos” una comedia en tono de farsa, protagonizada por Michelle Pfeiffer.

En 1990 filma “El Silencio de los Inocentes” hibrido de los géneros del terror y el thriller, aderezado con neo noir (nuevo cine negro). La película está basada en el libro de Thomas Harris, sobre asesinos y caníbales. La protagonizan Anthony Hopkins y Jodie Foster. En 1991 se estrena y es un éxito tanto en crítica como taquilla. Se alza con los Oscar de ese año a la Mejor Película, Director, Actor y Actriz Principal y Guion Adaptado.

 “Cuando ganas el Oscar, durante un tiempo la gente cree que sabes lo que estás haciendo. Para mí, ‘El Silencio de los Corderos’ fue la llave para convencer a los grandes estudios para hacer películas que de otro modo nunca habrían financiado”. – Jonathan Demme.

En 1993 se estrena “Filadelfia”, una película importante dentro de su filmografía (fue la primera gran producción en abordar el tema del VIH). En ella cuenta la historia de un joven abogado que es despedido de su trabajo por contraer el virus del Sida. El filme es protagonizado por Tom Hanks y Denzel Washington. El actor español Antonio Banderas cuenta con un pequeño, pero significativo papel dentro del filme, donde hace de pareja de Hanks. Ese año “Filadelfia” gana el Oscar al Mejor Actor para Tom Hanks y Canción por “Streets of Philadelphia” escrita e interpretada por Bruce Springsteen.

 “De <Filadelfia> me arrepiento de haber recortado tanto en montaje, al personaje de Antonio Banderas. Si hubiera ido íntegro, su carrera en Hollywood habría ido por otro lado, por dramas más de autor y candidatos al Oscar”. – Jonathan Demme.

Después llego a sus manos un guion basado en la novela “Beloved” de la ganadora del Nobel Toni Morrison. La película llevaría el mismo nombre de la novela y contaría con un elenco destacable: Danny Glover, Oprah Winfrey y Thandie Newton. Se estrenó en 1998 y lamentablemente la cinta recibió críticas divididas y en taquilla fue un desastre, teniendo como costo 80 millones de dólares y perdiendo una suma de dinero enorme.

Años más tarde Demme decide regresar con un remake de “El Mensajero del Miedo”, filme que en 1962 había sido llevado a la pantalla grande por John Frankenheimer. En esta nueva versión Demme, se enriqueció con un elenco de lujo: Denzel Washington, Meryl Streep, Liev Schreiber, Jon Voight, Miguel Ferrer, Vera Farmiga y Jeffrey Wright. Tuvo una taquilla cálida, sin perdidas de dinero. Eso sí, la crítica se dividió y no daban nuevos créditos al filme.

 “La rodé en el clima posterior al 11 de Septiembre, cuando el gobierno de Bush estaba lavando el cerebro a los americanos y utilizando el miedo como arma política para justificar la guerra de Irak. El momento no podía ser más pertinente” – Jonathan Demme

En el 2008 dirigió a Anne Hathawey en “La Boda de Rachel”. Una película personal e íntima, donde dejaba entreverse una cámara en mano (al más puro estilo documental) para realizar <la más bella película casera> (esa era la intención de Demme). El guion lo escribió Jenny Lumet, hija del legendario director de cine Sydney Lumet, y este mismo le hizo llegar el guion a Demme. La película logró conquistar a la crítica, y destacaban de sobremanera la excelente actuación de Hathawey, la actriz consiguió su primera nominación al Oscar a la Mejor Actriz.

Para el 2015 decide llevar a la pantalla grande el guion titulado como “Ricki”, una historia de Diablo Cody (Guionista de “Juno”). En el papel principal esta Meryl Streep y la acompañan Kevin Kline, Mamie Gummer (Hija en la vida real de Streep), Sebastian Stan y Rick Springfield. La película se estrenó con el título de “Ricki & the flash” y la historia de una madre que decide dejar a su familia para convertirse en estrella de rock no convenció al público, recibiendo una taquilla muy pobre.

Su último trabajo fue la filmación de la gira “Justin Timberlake and The Tennessee Kids”. Una vena artística a la que le gustaba regresar frecuentemente, la música. El documental-concierto fue exhibido en la plataforma de Netflix.

En total su filmografía consto de 27 obras, entre películas y documentales. Además dirigió videos musicales, y trabajo en la televisión, encargándose de dirigir algunos capítulos de series como “The Killing” y “Shots Fired”. Asimismo produjo más de 60 películas y era copropietario de la casa productora “Clínica Estético” junto a Edward Saxon y Peter Saraf.

En conclusión, Jonathan Demme fue un director que filmaba a sus actores en primer plano, incluso los hacia mirar a la cámara. Tenía un ojo virtuoso para elegir a sus histriones y dirigirlos de una manera íntegra. Realizó películas sin pretensiones, con el fin de mostrar una voz propia, contestataria y a la vez cumplir con los estatutos fílmicos de las casas productoras hollywoodenses. No evoluciono el cine, pero nos dejó un clásico eterno.

Jonathan, el amigo.

Si algo distinguía a Jonathan Demme era su amabilidad y su humanismo, amante ferviente de la música y de la comida. Tenía amigos en todo el mundo, colegas y artistas del medio como: Werner Herzog, Pedro Almodóvar, Bernardo Bertolucci, Wim Wenders, Sydney Lumet, Laurie Anderson, Bruce Springsteen, David Byrne, Neil Young y Antonio Banderas.

“Se ha ido uno de los grandes. Tuve la oportunidad de trabajar con él en una película necesaria y brillante como ‘Filadelfia’. Un tipo valiente que supo leer la historia del tiempo que le tocó vivir y trasladarlo a la pantalla”. – Antonio Banderas.

Jonathan Demme murió el día 26 de abril, a los 73 años de edad a causa de un cáncer de esófago y problemas en el corazón. Sus últimos momentos los paso rodeado de su esposa y sus hijos, en su apartamento en Nueva York.

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«Me he pasado años intentado captar momentos elegantes como Howard Hawks. Pero la llegada de Scorsese, las influencias del neorrealismo o de la ‘nouvelle vague’ me han ganado ahora. Me gusta el estilo documental”. – Jonathan Demme

 Descanse en paz.