Por Erick Gálvez Ayala

 

El peso de las cosas se lo dan los afectados, algo puede ser tan fatal dependiendo de quien lo mida o puede ser tan dichoso si se mira desde un escenario diferente. Tal vez esta reflexión de propia autoría sea meramente existencial con una visión de respeto global, la forma de observar el mundo es particular en los seres, casi siempre asumimos que la realidad sólo es una y no puede modificarse. Esto viene a cuentas recordando uno de los mejores libros que he leído, donde justamente situaciones mencionadas líneas arriba son abordadas por el autor.

«La insoportable levedad del ser» de Milan Kundera llego a mis manos como llegan aquellos libros superlativos con la recomendación de varias amistades que veían una obra psicológica sólida, de aspectos desconcertantes teniendo como hilo conductor la vida, esa etapa de nosotros humanos tan breve. Lo compré en uno de esos lugares por la ciudadela donde venden libros mal llamados de segunda mano, cómo se le puede llamar así, si un libro nunca pierde (a menos que se deshoje) la novedad para quien esta por leerle en primera instancia. En fin, lo tuve en mis manos hace más de 15 años y todavía me parece una obra elemental que toda persona debería leer. Esta es una novela que tiene una visión particular (tal vez personal) de muchos aspectos elementales en la vida: el amor, las relaciones personales, la política y la insatisfacción.

Empecemos por el sentimiento efusivo llamado AMOR: Kundera lo relata mediante personajes hambrientos de cariño que buscan la satisfacción personal antes que la de cualquier otro ser, toman el amor como una manera de relacionarse socialmente para establecer relaciones sexuales maritales y extramaritales de manera insaciable. No hay conformidad en ellos, el amor que proclaman es el propio, casualmente o mejor dicho extrañamente, el sentimiento más pulcro lo tienen con su mascota «Karenin» un personaje que pareciese cumple la función de un hijo con la diferencia de que este no puede expresar furia o cuestionar las extrañas formas de entender un matrimonio de sus dueños. La trama del libro va en este rumbo, explicando las razones por las que cada uno evita sufrir y tomando con ligereza (levedad) la mayoría de las cosas.

RELACIONES PERSONALES: Milan describe lo complicado que se vuelve entender a otro ser, cómo generalmente la desilusión llegara de forma inevitable porque el hombre comete errores de manera constante y repetitiva. De nueva cuenta la levedad de las cosas hace que continuemos con el recorrido sin mirar atrás, muchas veces sin aprender las lecciones.

POLÍTICA: Tomás, quien es el personaje principal, es un seguidor de la comunidad socialista, es un médico respetado, sin embargo conforme avanza su vida, tiene conflictos por ser fiel (ahí sí) a sus ideales políticos. La trampa de nuestra sociedad que te hace sentirte parte de algo pero que si te fanatizas termina por cobrarte en algún momento.

INSATISFACCIÓN: Cada capítulo podemos entender el hartazgo de hacer lo mismo. Sobreviven sus existencias buscando vivencias nuevas pero sin cerrar ciclos pasados.

Un libro que puede tener mucho de psicológico, de filosófico, aunque la verdadera grandeza es que tiene una forma de narrar extraordinaria; habla de temas comunes atrapando al lector con escenas que hemos visto en este mundo. Como bien lo dice Kundera, «Nuestra vida está llena de casualidades», así mismo, estas van forjando nuestro camino dentro de los años, por eso tal vez a veces el destino sólo es una máscara que explica la casualidad.

 

«No cabe duda de que Kundera es el mejor novelista del mundo, o el segundo. No cabe duda de que al mismo tiempo es una persona libre que no se ha vendido a nadie, y que ha tenido una actitud seria» Fernando Arrabal.