Por: Daniel Hernández García
Estaba la catrina muy emputada
de ver su imagen ya muy gastada,
pues todos querían llevarse parte
en el oficio de lucrar con su imagen.
Cervecerías y marcas hacen campaña
retacando estantes de su mierda disfrazada,
de pensar en qué la basura y la tradición se relacionaba
la pobre parca quedo muy cansada.
Muy bonitos salieron todos disfrazados
olvidando poner su ofrenda de paso
pobres muertitos se quedaron en el Mitla desesperados
pues no había flores de cempasúchil que guiaran sus pasos.
Muy encabrona la catrina nos quiso poner un susto,
al desfile de calaveras fue a imponer su presencia
pero la multitud la arrastro como bulto
pobre catrina perdió hasta su decencia.
Ya muy tarde la catrina regreso resignada
añorando los tiempos de Posada
¡Aaah!, cuando era bien retratada
ahora puro diseñador de cagada.