Por Erick Gálvez Ayala

 

Uno de los más grandes escritores de teatro en la historia el excéntrico Oscar Wilde dijo alguna vez que «el deber es lo que esperamos que hagan los demás», tenía toda la razón, no somos el ombligo del mundo, ni somos los dueños de lo correcto, podemos esperar algo por costumbre pero tal vez esa misma nos lleve a la rutina, al declive. Esto pasa con el más reciente trabajo de los californianos Queens Of The Stone Age (Qotsa) «Villains», todos los que nos decimos fans de ellos esperábamos su última obra con mucha impaciencia, después del Life Clockwork (un disco exquisito) los oídos estaban atentos a que se les ocurriría, si Josh Homme nos volvería a dejar impactados por esa capacidad de ser potentes  y al mismo tiempo poseer melodías ligeras con pasajes de oscuridad.

La primera noticia que se cuestionó es porque tener a un productor como Mark Ronson, el cual ha tenido trabajos importantes pero para nada cercanos al rock. Los comentarios sobre un giro hacia lo comercial no se hicieron esperar, la duda se acrecentó cuando presentaron el primer sencillo «The Way You Used To Do» por el ritmo más bien amigable que se escuchaba con las guitarras, una canción parida para hacernos mover el esqueleto, sin embargo, esto no era lo que esperábamos aunque no por eso podemos decir que la pieza es mala, tal vez no al nivel de QOTSA, el desánimo invadía a los que anhelábamos escuchar completo el LP.

Regresando a la frase del deber de Wilde, desde luego hay una precipitación del lado del público por esperar necesariamente lo mismo que hemos escuchado durante años, imagino los comentarios si el sonido hubiera sido la cara B de su antecesor, la crítica hubiera acabado con Homme mencionando que no tenía más que dar, pues aquí está claro que el grupo está en su punto, es capaz de reinventar un sonido sin perder la fuerza, hace algo más dúctil, pero no pierde aspereza. Lo que recibimos fue un álbum actual, un disco con sintetizadores, con humor, listo para hacernos más llevaderos estos días, donde puedes escuchar el alma de la banda con una visión hacia otra cosa, un buen disco, diferente aunque no al nivel de lo que les conocemos.

Todo arranca con «Feet Don´t Fall Me», un silencio estropeado por ruidos lejanos, algún grito indescifrable y un ritmo ágil muy similar al primer sencillo «The Way You Used To Do», «Domesticated Animals» es una de las que huelen más a la agrupación, un ritmo más crudo, la voz entrecortada de manera intencional que amoldan muy bien, un buen tema. Le sigue «Fortress» con un sonido oscuro, lenta, verdaderamente extraña, continua «Head Like A «Haunted House» rockerisima, seguida de «Un-Reborn Again» otra gran ejecución de la banda. Los mejores temas sin duda son «Hideaway», «The Evil Has Landed» y «Villains Of Circumstance».

En síntesis no estamos frente a uno de los mejores discos del año aunque muchos quisieran realizar una obra como esta en toda su carrera, no es tan distinto al sonido de QOTSA pero si hay una intención clara de cambiarle la vista, somos dichosos de que una de las bandas más aclamadas por su estilo brutal, sarcástico e irrepetible quiera ver hacia delante y nunca regresar al pasado.

«No hay una bala mágica, no hay cura para el dolor, lo que se hace se hace hasta que lo haces de nuevo, la vida en busca de una presa sin nombre, he estado tan cerca, estoy tan lejos, es tan difícil de explicar, tan fácil de sentir. Te necesito ahora nada es real, sálvame de los villanos de la circunstancia antes de perder mi lugar» – Villains of circumstance, Queens of the stone age, 2017.