Por Erick Gálvez Ayala

Durante la vida pasamos el 90% del tiempo aprendiendo, a veces conceptos que no serán relevantes en nuestra vida, pero a veces tu vida se vuelve relevante por esos conceptos. Así me ocurrió cuando me acerque a la obra del señor José Ortega Y Gasset.  No llegue de manera ordenada a ella, más bien como generalmente ocurre, la casualidad vino a disipar muchas de las dudas que cuando vas creciendo mentalmente te agobian. Ese libro lo vi en el escritorio de un profesor petulante de la universidad, cuando vio que intentaba leer la síntesis del libro me comento “Esa síntesis equivale a comer solamente la entrada en un buen restaurante…”  la burla de mis compañeros no se hizo esperar, aunque no presté mucha atención, mi interés partía de una célebre frase que le había escuchado a dicho profesor sobre el maestro español, “Soy yo y mis circunstancias”, en ella radicada mucha de la filosofía vital que buscaba conocer.

La única opción para leerle fue la biblioteca, había que dedicarle un tiempo a las líneas de este filósofo tan mesurado. Cuando llegue a este ensayo lo primero que admiré fue la capacidad de transmitir conocimiento basándose en una filosofía natural, partiendo de que todo proceso mental que quiere explicar alguna de nuestros pensamientos es una idea, somos portadores de ideas, nosotros no venimos solamente a contemplar lo que ya es como lo vemos, deberíamos explicarnos las razones. En dicho ensayo también desnuda a la ciencia, habla de cómo esta se asemeja más a la poesía que a la realidad. La ciencia te muestra una experimentación por la cual debes de llegar a un resultado; sin embargo, esta dista mucha de la realidad, en la práctica hay bastantes imponderables que pueden afectar o al menos variar un resultado. Por el contrario una creencia para don José es lo que somos, son términos o conceptos que damos por hecho, no interviene el consciente aquí. Creer en algo significa que no necesitamos una explicación lógica, más bien sugerimos reforzar nuestra creencias, mientras haya más seres con afinidad estamos en lo correcto para nuestro existir.

Este es un libro que amplía la visión de lo que consideramos entendido, con esta joya literaria tener más dudas es una obligación, pero al menos los orígenes los entendemos por nivel de prioridades. También se habla de la duda como lo que puede atraer el pensamiento, lo que puede modificar una creencia, el cuestionamiento de la realidad, esa que como ya existe para algunos es mejor continuar sin más.

A esta magna obra le debo la posibilidad de estructurar las ideas, no en términos literarios sino en términos personales, quien se acerque a este autor encontrará luz para guiarlos durante unos minutos y regresar a la oscuridad, no dejara de aprender, porque en eso se basa toda nuestra vida.

“Cada vez que enseñes, enseña también a dudar de aquello que enseñas” – José Ortega y Gasset