Por José Luis Ayala Ramírez

@ayala1788 

 

Si con Güeros el director Alonso Ruizpalacios se reveló como un realizador con personalidad propia y gran inventiva, con Museo (su segundo largometraje) se confirma como uno de los mejores autores que tenemos en el cine mexicano, probablemente en un futuro nuestra cinematografía lo tendrá como su máximo representante, sino es que decide migrar a Hollywood, pues tiene el talento suficiente para hacerlo.

Museo está basado en el robo real que tuvo en los años 80s el Museo Nacional de Antropología en México a manos de un par de jóvenes estudiantes de veterinaria, un acontecimiento sobre el cual se han creado varias leyendas y mitos pues nunca se ha sabido con certeza los verdaderos motivos que tuvieron estos dos individuos para cometer tal violación hacia la cultura del país, y ese misterio se conserva en la producción de Ruizpalacios pues el guion solo otorga pequeñas pistas de la motivación de los personajes pero nunca arroja una respuestas concretas lo que pueda hacer que el espectador sienta cierta frustración y pensar que se trata de una trama inconclusa, que bien puede ser pero el director lo hace intencionalmente, incluso admitiendo en plena película que ha cambiado ciertas cosas de la historia real, lo que hace que las incógnitas que rodean esta historia se mantengan intactas.

Ruizpalacios da un salto como realizador y narrador con respecto a Güeros, visualmente es exquisita, posee algunos planos vanguardistas muy de la nouvelle vague pero el filme no esconde nunca su alma comercial con un tono muy ligero y que sabe abarcar muy bien los acontecimientos, contando con algunos de los mejores momentos de cine comercial mexicano de los últimos años como la secuencia del robo tan perfectamente descrita o el plano de la pecera donde se imprime el nervio de la habitación sin apenas mostrar algo. Sin embargo también hay que decir que algunos tramos se notan muy forzados, poco creíbles en la forma en que los personajes llegan a ciertas situaciones como la entrada del personaje basado en la Princesa Yamal, mientras igual hay algunas acciones cómicas que no terminan de cuajar como la escena de la detención en la carretera y la resolución llega un tanto precipitada, victima en este aspecto del mismo misterio del relato. Estas son algunas de las imperfecciones con las que cuenta el libreto por lo que al final sorprende que el premio que precisamente se llevó en el Festival de Cine de Berlin haya sido el de guion cuando los mayores atributos del filme vienen por otro lado, a pesar de las dobles lecturas que este puede esconder en su interior.

Museo es una notable producción mexicana de cine comercial que se convierte en un paso significativo para que Ruizpalacios se vuelva en una de las voces más importantes de nuestra industria, un director que como ya demostró en Güeros tiene mucho que decir y tiene la virtud de saber llevar esas ideas a la gran pantalla.