Por Erick Gálvez Ayala

 

Buscar un lugar en la música es algo natural, hasta cierto punto obvio, encontrarlo es algo que no todos consiguen, un puertorriqueño radicado en Los Angeles lo ha logrado, después de muchos años en la música DRACO ROSA ha conseguido ser un artista respetado y admirado. Este año regresa después de cinco años de no publicar nada, el retorno es con «Monte Sagrado», un álbum que muestra el alma rockera que vive dentro de él, canciones que nos llevan hacia un camino que puede considerarse alegre, sin ser pretencioso, un trabajo bien logrado, quizá sólo detrás de «Vagabundo».

«Monte Sagrado» es rock de principio a fin, es actitud, es furia, es renacer, es escupir hacia fuera todo lo que pareció estancarse en el interior de un hombre enfermo, un ser recuperado ha tomado la guitarra con ganas de sacudir el cuerpo. El comienzo es con «El Hotel de los Encuentros» un intro donde la voz de Draco pide una reservación, sólo una conversación, atmosfera oscura. Sigue «333» aquí comienzan las guitarras, fuerza a todo volumen, distorsión al máximo, comienza «Aquí estoy en el hotel de los encuentros, con los bolsillos llenos de palabras….» la densidad de la banda suena espectacular, es posible que estemos ante un gran disco. Continua el tercer tema «Que se Joda el Dolor«, el hilo conductor permanece, seis cuerdas con letras de cara alta, como queriendo reclamar algo, incluso se escucha un desenfado al cantar las líneas que dan nombre al tema, gran tema, ideal para ser escuchada al manejar una Harley a gran velocidad. Para este momento me he dado cuenta de Draco regresó a ejecutar todos los instrumentos, batería, teclados, está en todo, una gran aportación.

«Dentro de Ti» es perfecta, «No le preguntes a dios, está preparando el fin del último…» es lo que dice el cantante para poner en claro que aquí no van canciones de amor, la belleza en este álbum es abstracta, excelente. «Xeunige» es un intervalo para presentar «Monte Sagrado» la canción, oscuridad que se palpa en renacimiento, un poco más lenta aunque al mismo tiempo interesante. La voz mantiene un tono fuerte, no hay tiempo de frases comunes, aquí hay un autor proponiendo otro método de crear. «Yo Mismo»  es una pieza corta, bajar el ritmo es necesario, armonía delicada que se basa en la individualidad del aprendizaje, relata la compañía de la soledad, «Vivir es duro cuando la muerte sueña con tenerte…«

«2nite 2nite» nos regresa al sonido crudo, rock and roll, intensidad incontrolable al llegar al estribillo, un hit que puede sonar perfectamente a cualquier grupo anglosajón. «Tu Lado Oscuro» no se detiene, batería contundente que suena con ritmo punk, un poco más de dos minutos fabulosos, el cuerpo siente que el renacer es posible aun cuando estas a punto de llegar a los 50 años, genial. «The Thing I Done» tiene rasgos sucios, puede ser reggae, aunque bastante bastardo, y el final llega «En las Horas más Tristes» fuerte relato donde se aspira a respira, se desea soñar, vivir es el objetivo, agradecer a los que se han mantenido en el sendero.

«Monte Sagrado» es brillante, aunque nadie supiera quien es Draco con este trabajo lo descubriría, desborda talento, rock, improvisación, descontrol, coraje, rebeldía, pasión. Este tipo de muestras son las que un artista consolidado debe de proponer, sería fácil regresar con piano, violines y hacer melodías suaves, pero eso no está en la mente de Draco, en hora buena.

 

«La guerra quema, el aire mata, una copita de buen humor, que se joda el dolor» – Que se joda el dolor

Draco Rosa