Por José Luis Ayala Ramírez

@ayala1788 

Si hay una película que arrasó en el último Festival de Cannes en cuanto a sus palmarés esa fue la ópera prima de Lukas Dhont, “Girl”, se llevó la Cámara de Oro, además de los premios de actor y el FIPRESCI de la sección Un certain regard, nada mal para el debutante de tan sólo 27 años de edad.

Girltoca el tema de la transexualidad con mucha sensibilidad, inteligencia y realismo sin caer en lo vulgar o lo polémico, la trama por el contrario crea un retrato tan común del humano que también pasa como un cuadro sobre la identidad en una etapa tan conflictiva como es la adolescencia, así mediante los conflictos personales, familiares y sociales que sufre la protagonista se van manifestando las ideas de su director sin buscar lanzar algún discurso al espectador, sólo muestra una perspectiva más auténtica y sincera, más sencilla, pero sin dejar de lado la complejidad del contenido.

Lukas Dhont consigue un guion hermoso, pero también demuestra mucho talento con algunos planos simples y a la vez hipnotizantes, siempre dejando la cámara lo suficientemente cercana para no perder la perspectiva personal de Lara relacionándose con su entorno, ya sea cuando baila, cuando convive con sus compañeras, o simplemente mientras va caminando, la lente de Dhont no pierde de vista los detalles mientras se convierte en una ventana de como Lara ve al mundo y como el mundo la ve a ella.

Sin embargo, el mayor aliado de Dhont no es otro más que el también debutante Victor Polster quien brinda una interpretación real, sin caer en excesos ni en artificialidades, dejando que sean sus ojos y rostro los que reaccionen a las circunstancias, natural y magistral por partes iguales. También cabe destacar a Arieh Worthalter como uno de los padres más ejemplares que se hayan visto en pantalla en los últimos años.

En “Girl” el espectador no se compadece, sufre con la protagonista, incluso se identifica en algunos aspectos y ese es el gran mérito del filme que consigue crear un retrato tanto  universal como diferente sobre la sexualidad que puede contagiar y sobrecoger en sus diversos momentos, un filme que no sólo muestra una visión realista sobre la transexualidad también anuncia un futuro prometedor de Lukas Dhont.