«Los placeres de la vida» Carlos Velázquez

 

Por Erick Galvez Ayala

 

 

 

Hay ocasiones en las que me sentí alejado de todo, fuera de sintonía, cansado de leer literatura perfectamente expresada, harto de elegir la perfección en letras. Hoy creo que el estilo está en la realidad, al menos debe basarse en ella. La literatura tiene varios matices, existen tantos grises como uno quiera descubrir, viven diamantes tras el opaco color de la percepción, luciérnagas falsas repletas de ficción. 

Hace un tiempo me encontré con Carlos Velázquez, un escritor de aquellos abrazados a la autenticidad sin quererlo, amante del rock, del jazz, de la lucha libre, de una buena cerveza, de un buen whisky, de aquellos placeres que nos hacen subsistir en una realidad, la cual si no la alteramos nos deja noqueados a los que la vivimos. Con él volví a motivar mi lectura, no es que su técnica sea sobresaliente, tampoco es dueño de una filosofía alternativa, más bien es una escritura natural. No estamos frente a un intelectual tratando de escribir su mejor libro, sino que con sus textos estamos dentro de una mente hedonista, de un crítico insaciable, quizá esa es la mayor de sus virtudes. Ser parecido a nadie le da una oportunidad para abordar diversas visiones de lo que observa a su alrededor, la burla y el sentido del humor son piezas fundamentales de este gran personaje.

Atrapado en la zona donde el narco así como la violencia son del dominio público, nos muestra la visión de un tipo en la edad media, hijo de un luchador -que recuerda esas aventuras vividas por su padre-. Carlos Velázquez lleva la bandera de narcisista, admirador de escritores como: Bukoswki, Wolfe, Burroughs, Thompson y Kerouac, quienes, al igual que él, encuentran el placer y, hasta cierto modo, la inspiración en el alcohol, en las drogas. No tiene poses, es un hombre escribiendo de la vida, un tipo común.

Con menos de 10 libros publicados ha podido alcanzar un reconocimiento dentro del underground literario, quizá junto a Fernanda Melchor, Emiliano Monge y Julian Herbert, los escritores más importantes en la actualidad de la literatura mexicana. Sus obras más reconocidas son: «La Biblia Vaquera», «La Marrana Negra De La Literatura Rosa» y «El Pericazo Sarniento: Selfie Con Cocaina» y su más reciente: «Aprende A Amar El Plástico».

Admirador de la música, también escribe diversas columnas donde nos muestra su pasión por el rock and roll, pareciera un rockstar en la literatura, un punk por decisión propia, un tipo con los pies en la tierra que no piensa más allá de dos días, vivir al límite, el momento en el que estás, solamente así seremos unos sobrevivientes ilusionados con resignación. Aunque es cierto que la vida no es sencilla, su lírica nos regala imágenes donde lo más absurdo o realista puede ocurrir.

Altamente recomendable para todos aquellos lectores indisciplinados, aquellos que necesitan un buen motivo para ser atrapados por un libro, para los que leer es un hábito pero puede ser malo si no hay un grado de selectividad importante, porque no todo lo que es literata suele ser interesante, o tal vez porque no todos buscamos lo mismo al abrir un libro. Lo más seguro es que nunca logre ser el escritor más reconocido de Latinoamérica, él no lo está buscando, con tener un poco de dinero para disfrutar de los placeres de la vida y poder seguir haciendo lo que le gusta será más que suficiente.

 

«Cada vez cultivo más el silencio y mi círculo de amistades tiende a reducirse. En estos tiempos en que todo es motivo de ofensa mi humor sarcástico no encaja con el mundo”.

Carlos Velázquez