Remembranza distinguida “Conway Savage”

 

Por Erick Gálvez Ayala 

 

 

En septiembre se cumplirá un año de la pérdida del mejor pianista de rock para un servidor (no hay que confundirlo con tecladista) el bad seed Conway Savage. Hace tan sólo un año nos dejó a causa de un tumor cerebral, ese maldito tumor que nos privó de seguirle escuchando, de verle en las extraordinarias presentaciones con Nick Cave. Con un perfil que en ocasiones parecía bajo Conway formó parte de los mejores discos del australiano, le dio un toque distintivo al sonido áspero de la agrupación.

Savage vivió 58 años, tiempo suficiente para dejar una huella imborrable, amante de la música country (de hecho, en la década de los 80 formaría un grupo con ese estilo como hilo conductor); su hermano Frank también formó parte de una banda aunque no fue tan reconocido.

La llegada de este maravilloso pianista con Nick Cave and The Bad Seeds se da en la gira del álbum The Good Son, después de esa gira Nick se acercó con él para integrarlo de lleno como parte de la banda. Debutaría en Henry´S Dream en 1992, para este momento Conway encajaba perfectamente por su estilo elegante al mismo tiempo que ingenioso, simulaba a un profesor chiflado, desquiciado, con su cabello esponjado y deliberadamente despeinado.

Durante más de 25 años giró con la banda, involucrado en sus mejores discos: Let Love In, Murder Ballads,The Boatman Call, entre otros. Fue el único miembro del grupo al que Nick le hizo participar como cantante en la canción de «The Willow Garden«, siempre hizo voces, coros, Conway era uno de ellos, un asqueroso culto, aislado, callado, ocurrente, amable.

Fue un músico de apoyo de otros artistas australianos, en el 2000 editó su álbum solista Nothing Broken, una presentación delicada, como siempre simbolizaba su obra: sensible, con tintes oscuros pero cercanos al country. Destacan piezas como la homónima instrumental «Nothing Broken», «Friend I Knew», «Dont Plan On Leaving Town» y «These Are The Waves«. Si bien es cierto que Conway no buscaba el reconocimiento, la poca respuesta del público sobre este trabajo le dejó frío, por eso tardaría cuatro años más para editar Wrong Man´S Hands; también en 2005 editó un álbum de rarezas Rare Songs & Performances 1989-2004.

Los últimos años de la primera década del 2000 los pasó en un proyecto junto a Robert Tickner y Amanda Fox, editaron tres trabajos en total, el debut Quickie For Ducky, un disco en vivo Live In Ireland además de un Ep Pussy´S Bow. Para estos momentos el australiano buscaba este proyecto como satisfacción personal, la música era lo más valioso, siempre lo fue.

Conway Savage fue un australiano orgulloso, solo pudo haber sido músico, gustaba de amanecer tocando el piano y antes de dormir volvía a charlar con su eterno compañero, el arte fue el camino que escogió, nos deleitó de innumerables maneras, nunca busco ser famoso, el aprendizaje y el descontrol le guiaron. Y vive en cada uno de los seguidores de ese fenómeno llamado Nick Cave And The Bad Seeds. 

 

“Irascible, divertido, aterrador, sentimental, cálido, gentil, mordaz, honesto, genuino; Conway era todas estas cosas y, literalmente, tenía el don de una voz de oro”.

Fragmento del comunicado de la banda Nick Cave Ant The Bad Seeds tras su muerte.