«Los discos del cajón» HOMBRE SINTETIZADOR by Zurdok

 

Por Erick Gálvez Ayala 

 

 

Parece que no ha pasado tanto tiempo, parece que recién acabo de escuchar la última nota de este álbum. Era 1999, el final del siglo nos espantaba, si bien no era que los autos fueran a volar, ni que los extraterrestres aparecieran para terminar con la humanidad, el barullo provocado por la tecnología dominante nos dejaba expectantes, todo era una incógnita. En el rock mexicano había una generación en el norte del país denominada La Avanzada Regia, un cumulo de agrupaciones las cuales buscaban encontrar su lugar dentro de la escena nacional. Aunque Control Machete y Plastilina Mosh eran los grupos más nombrados por el circulo existían otras propuestas con mucho talento como: Jumbo, La Flor De Lingo y por supuesto Zurdok.

 

Esta última banda se quedó en mi mente con algunas de las piezas de su álbum debut Antena, eran adolescentes tratando de sonar rudos, había melodías aclimatadas por una serie de letras que contenían buena calidad, «No Importa», «Pared», «Un Nuevo Sueño» además de los sencillos «Tropece» y “Si Me Hablas Al Reves» me dejaron un buen sabor de boca. Por esa razón, cuando escuche el primer sencillo del segundo disco «Abre Los Ojos» confirme que había algo diferente en ellos, fui a conseguir el disco Hombre Sintetizador, una excelente compra, no esperaba tanto.

 

Bien, lo tenía en mis manos, le puse play mientras dejaba a un lado El Corazon En Las Tinieblas de Joseph Conrad. Comienza «Hombre Sintetizador I« acordeón atípico, una canción apenas cercana a sus orígenes, la voz de Chetes suena como atrapada por un robot, «A veces puedo saber, esto es realidad» declara como atascado en una máquina, un inicio desconcertante, esperaba más intensidad, a cambio tengo un sentimiento de curiosidad, «Abre Los Ojos» me recuerda más a Zurdok Movimento (nombre usado en el primer trabajo de la banda), aun así hay una guitarra como viajando a través de la armonía, la voz de Fernando Martz es sin duda, fenomenal. El juego de guitarras tanto de Chetes como David Izquierdo la consolida. «Si Quieres Llegar Muy Lejos» es muy Radiohead, piano ligeramente al fondo «Cierra la boca y deja de respirar, todas las cosas se pueden quedar atrás», sonidos al fondo provocan suspenso, irónica, pacheca, francamente decadente, «Abre los ojos, encuentra tu libertad, recuerda que todo se puede manipular…»

 

Para este momento empiezo a notar un concepto guiado por textos repletos de hartazgo, el fastidio vive tácitamente. Por supuesto que hay influencia de The Beatles, Beach Boys o Pink Floyd, sin embargo, el sonido es algo distinto incluso a lo que se vivía en Europa. «Cuantos Pasos» es casi country, vaquera, un tema de fogata, pero lejano al amor. Guitarras acústicas soportan el peso de una letra sencilla pero no por eso deficiente, un clásico. «No Encuentro La Manera» nos lleva de regreso con Martz, su voz denota efusividad, un antihimno, un collage sonoro, coros extraños a dos voces apuntalan correctamente este track. La siguiente es:»…De Llegar Al Final» parece continuar la canción anterior pero toma luz propia con distorsión pura,  esta debe escucharse a todo volumen para percibir la ejecución fabulosa y una letra interesante, «Libertad de cambiar, tu destino al avanzar, entender que caer, es difícil de evitar…»

 

Hombre Sintetizador II es viajada, casi 12 minutos de un paisaje de frecuencias sintetizadas, una serie de sonidos repletos de matices vanguardistas, libertad creativa, ebullición acumulada.  Le sigue un gran tema, «Si Me Adverti«, guitarra nuevamente distorsionada, quizá más comercial que el resto, nostálgica, llena de añoranza aunque guiada por un sentido de indiferencia. El recorrido sigue siendo majestuoso al oír «El Tiempo Se Va«, sencilla pero con tintes memorables, un bajeo de Terracina respetable. «Tal Vez» es rockera, la forma en que se dividen los tracks ambos cantantes dan un punto aún más alto en la grabación, » Ya me canse de hablar, ya me canse de estar aquí» dicen con voz quejumbrosa. 

 

El Tiempo Se Va II apenas tiene una línea interpretada por el más joven de la banda para dar paso a «Espacio» la cual vuelve a tomar el control psicodélico, extravagante, poderosa de inicio a fin. «Nos Vemos En La Luna» nos avisa de nueva cuenta con sonidos extravagantes la recta final de una obra conceptual, de un trabajo medular dentro del rock en México. «Luna» es orquestal, semilenta, aquí se pierde la razón, el vínculo de oyente y autor se hace evidente, una maravilla, magistral. El final es una versión acústica de «Cuantos Pasos«, tampoco desmerece ni un segundo.

 

Hombre Sintetizador está en el altar de los grandes discos del rock latino, aunque poco tiene que ver con su entorno, es confuso, tal vez esa sea la razón de su belleza, no es sencillo de captar, necesita varias escuchas, es lo más parecido al Ok Computer que se hizo en nuestro país. Zurdok tiene un lugar asegurado en la historia gracias a esta máquina de sonidos perturbadores.

 

«Guarda todo el tiempo, es una odisea sin final, no se puede controlar, te puede olvidar…” Luna, Zurdok, Hombre sintetizador