Reseña de Ford vs Ferrari de James Mangold

 

Por José Luis Ayala Ramírez

Twitter: @ayala1788

 

 

En los últimos años el mundo del automovilismo ha tenido mayor presencia en la cinematografía, comenzando claro por la trilogía de “Cars”, pasando por la notable “Rush” de Ron Howard hasta el brillante documental “Senna” de Asif Kapadia. Ahora ha tocado el turno a una leyenda del automovilismo como es Ken Miles, el equipo que formó con Carroll Shelby y la incursión de Ford al mundo de las carreras, de eso es de lo que principalmente se trata Ford vs Ferrari.

James Mangold logra imprimir un ritmo trepidante a la historia lo que hace que las 2 horas y media de duración sean sumamente agiles, si bien el guion no logra sintetizar algunos temas que le pudo haber ahorrado unos 30 minutos al metraje, al final se consigue contrarrestar gracias a un montaje de máximo velocidad que junto al potente trabajo sonoro termina siendo lo mejor de esta producción altamente entretenida, pero que también choca con varios baches lo que impide que logre llegar en los primeros lugares.

Una de las mejores cosas que hizo “Rush” en su momento fue el diseño en la personalidad de James Hunt y Niki Lauda que lograban contagiar sus emociones dentro y fuera de la pista, cosa que aquí sólo se consigue por momentos cuando Miles (Bale con sus tics ya tan comunes) se pone detrás del volante mientras que su vida personal termina siendo totalmente relegada y poco trascedente por más tiempo que se le quiera dar en pantalla, ya ni hablar de Shelby (un muy gris Matt Damon) cuyas apariciones parecen sólo tener sentido cuando comparte escena con Miles. Es en la rivalidad entre Ford y Ferrari donde las cosas se ponen más interesantes, pero al mismo tiempo donde se le pudo sacar mayor provecho, cosa que se ve interferida ante la clara tendencia del guion en apoyar a Ford dejando a los miembros de Ferrari; no sólo como los villanos de la película, sino como auténticos fascistas, todo esto haciendo que haya una sensación de patriotismo barato que no necesitaba la película.

Aún con todos estos defectos el desenlace logra ser de fotografía y es sumamente emocionante, más mérito de la misma leyenda que es Miles que de los atributos positivos del guion, que repito, se ve fortalecido gracias a su virtuoso equipo de montaje y sonido, elementos que hace de Ford vs Ferrari un verdadero auto de carreras, adrenalítico, veloz y vibrante, su visionado en una pantalla gigante de cine es esencial.