“Del éxito al anonimato” MIKEL ERENTXUN

 

Por Erick Gálvez Ayala 

 

 

Si bien la fama solo sirve para tener una mesa en un buen restaurante como decía David Bowie, es bien sabido que nadie la desprecia, pertenecer a ese grupo de seres quienes alguna vez fueron bastante conocidos y venerados, está en la cabeza de todos. En la década de los ochenta, en España,  había algunos grupos encargados de brindar entretenimiento pop al público, uno de ellos fue Duncan Dhu, el cantante de aquella banda se embarcaría en una carrera de casi 35 años, llena de ilusiones, repleta de éxitos, tímidamente importante, la cual hasta hoy da mucho de qué hablar. Mikel Erentxun es el músico del que hablamos, un vasco acróbata, amante del oficio.

Mikel Erentxun nació en Caracas Venezuela, pero es adoptado por San Sebastián, arquitecto de estudios aunque nunca ejerció, siempre ha buscado un lenguaje particular dentro de la música. Su estilo ha evolucionado de a poco, empezó por tener muchos éxitos con Duncan Dhu como: “En algún lugar”, “Siempre”, “Cien gaviotas”, “Una calle de París”, “Mundo de cristal”, “A tientas”, “A tu lado”, entre otras. El tiempo cerró esa etapa y comenzó su carrera en solitario, con algunos discos francamente débiles artísticamente, los noventa fueron la etapa de éxitos aunque nulo reconocimiento de sus compañeros de profesión. Abusando bastante de guitarras acústicas así como de canciones de amor, Mikel era conocido pero nada reconocido.

Debuto con el álbum Naufragios en 1992, con buena respuesta del mercado, un par de hits lo pusieron en las listas de popularidad, “A un minuto de ti” y una versión en español de la legendaria banda The Smiths: “There is a light never goes out». El siguiente trabajo fue El Abrazo Del Erizo, un disco con una respuesta similar al anterior, si bien hay avances en el sonido, sigue quedándose corto, quizá “De espaldas a mi” además de “Observatorio” sean  lo más rescatable. Llegaría para 1998, Acróbatas, probablemente el disco más vendido de Erentxun, hay unos destellos de loops, cajas de ritmos, aunque sus letras se debaten entre grises romances, “A pleno sol”, “Quien se acuerda de ti” o “Lo peor de mi” son canciones destacadas. Para el 2000 el disco Te Dejas Ver trae un estilo muy poco variado, otro par de temas que mantienen algo de ventas para este cantante que en ese entonces solo podía presentarse como un cantante pop, estaba muy alejado del rock, no había mucho futuro aparentemente.

Ciudades De Paso se editaría en 2003, tal vez es un primer guiño hacia otra cosa, más folk aunque no tanto como el sucesor El Corredor De La Suerte el cual tenía una mejor calidad artística, ligeramente country, otro tanto folk, sus mejores canciones se asomas en “Marcos y Nerea” “Locura”, “Arde Madrid” o “Cartas de amor”. El impávido músico estaba encontrando su lugar, más cerca del rock, lejos de las piezas melosas, el gran Mikel vendría en los últimos diez años.

 

Tras un concierto grabado con artistas invitados, romper con el pasado musical era una tarea pendiente. En 2010 sale a la venta Detalle Del Miedo, notablemente oscuro para ser un disco de Mikel, sofisticado aunque aún no tan redondo. Consigue alejarse de los reflectores pero a cambio gana en reconocimiento artístico, de ser un exitoso vendedor de álbumes se vuelve un anónimo con gran calidad. 24 Golpes es el segundo paso de este giro artístico, musicalmente fresco, con letras más diversas, menos sobre producido, casi sin hits aunque con mejores melodías en general. Cortes interesantes como: “Si te vas”, “Samurai”, “Srita soledad”, maravilloso, un gran salto, el artista estaba en su mejor momento. Vino una cirugía por una angina de pecho, Erentxun busco de cualquier modo seguir contracorriente, abandonar la fama para mantenerse a la expectativa de la inspiración, el camino era incierto, esa sería el sendero a partir de ahora. Con apoyo de un productor reconocido en el indie español Paco loco, logro rozar otras formas de interpretar, de escribir, Mikel escribió todos los temas, toco todos los instrumentos y público Corazones, con evidentes influencias de The Beatles, más un toque de ironía con bastante corazón, “El hombre que hay en mi” o incluso “Ojos de miel” sonaban muy cercanos al cuarteto de Liverpool.

El Hombre Sin Sombra es su penúltimo disco de estudio, el número dos de la trilogía con Paco loco, un álbum que parece rasgarse las vestiduras, un tipo anclado, con tintes del paso del tiempo, con orgullo de estar parado en medio de la nada dentro del mainstream, excelente propuesta, hay canciones secas, piezas enmudecidas por la voz que muestra una evolución notable.  “Cicatrices”, “El principio del final”, “Deshielo”, “Héroe” o “Enemigos íntimos” son geniales.

Llegó el 2019 y este vasco publica El Último Vuelo Del Hombre Bala, es sinceramente de lo mejor del año, refrescante, solido, líricamente sensible sin caer en formulas baratas, “Tiempo de descuento” es una pieza redonda, “Muchacha de Ojos tristes” o “Circulos” muestran la cronofobia del autor.

Mikel Erentxun es un caso verdaderamente extraño, fue capaz de tirarlo todo y volver a empezar a pesar de su considerable reconocimiento, prefirió involucrarse más en su obra, darle un calor superlativo. Tal vez el riesgo lo salvo de extinguirse en su confort, apenas con 54 años está logrando su verdadero estilo, la satisfacción del respeto obtenido por sus últimas canciones, le han puesto en la mirada de músicos que antes no les inspiraba. Mikel es una luz que cada vez alumbra mejor, irónicamente lo hace, cuando más oscuridad hay en sus temas, es un rockero adulto, capaz de todo a pesar de buscar nada, capaz de volver a empezar las veces que sean necesarias.

 

“Hay polvo en la mirada, en los ojos sin párpados del mar
Se estrecha la mañana, semáforos en rojo al cruzar
Los corazones rotos se han mudado de lugar
Y ojos en la almohada, avispas africanas en el mini bar…“Donde estabas tú, ahora estoy yo” Mikel Erentxun, 2019.