La última Soda

 

Por Erick Gálvez Ayala 

 

 

He de aceptar que hace 13 años cuando Gustavo Cerati aún vivía, tuve la oportunidad de ver a Soda Stereo en la gira: Me veras Volver, sin embargo, la rechace, ¿la razón?  Soda nunca fue una banda que realmente escuche, me parecían demasiado suaves, quizá no era del todo falsa mi expectativa de ese momento, pero con el paso del tiempo escuche un poco más sus temas. Ahora sin Cerati y a pesar de las críticas de la gira que planearon Zeta Bosio y Charly Alberti decidí que era la última oportunidad de verles por lo que acudí a verlos con gran compañía, mi musa y mi mayor orgullo.

Nos reunimos poco después de las 19 hrs cerca de la puerta 3 del Palacio de los Deportes, vimos algunos souvenirs, escogí una nueva gorra blanca con negro por encima de una playera como acostumbro, nos acercamos a la entrada para comenzar la travesía. Boletos en mano,  a caminar por varios (bastantes) pasillos formados por barras de contención para poder accesar a los puentes peatonales, para llegar al recinto. Tras comprar algo de comer, picar y beber tomamos asiento, en esta ocasión estábamos algo lejos del escenario, eran alrededor de las 20 hrs y no parecía que se llenase el foro. Después de casi una hora de espera, y a la par de que casi estuviera en su totalidad la zona general, se apagaron las luces para comenzar con este recital.

Lo primero en verse son imágenes de la banda hace algunos años, quizá recapitulando el recuento de los años, la voz del líder (hoy difunto) suena con «Sobredosis De Tv«, buenos efectos audiovisuales, la banda suena bien aceitada, «Apagalooo, enciendeloooo, no puedo seguir asi…» Se viene como segundo corte aquella historia de un capitán de barco, «Hombre Al Agua«, suena fuerte, el bajo de Zeta es medular, Richard Coleman aparece como el primer invitado y lo hace muy bien, las guitarras no quedan a deber. Posteriormente llega otra presentación en vivo (recordemos que algunos cantantes estarían por video y otros en el lugar), quizá una de las más esperadas, León Larregui sale al escenario para interpretar: «Disco Eterno«, primer problema, el micrófono no se escucha, es quizá hasta el primer coro cuando se percibe la voz del líder de Zoe, no sabemos si fue buena su participación, simplemente no se escuchó. «El Rito» es la cuarta canción, en medio de la banda esta Álvaro Henríquez, cantante de Los Tres, un poco mejor del sonido aunque no del todo. Rubén Albarrán saldría para hacer gritar a todos al cantar Lo Que Sangra (La Cúpula), aquí no falló nada, el éxtasis estaba cerca.

Siguió (si es que lo recuerdo bien) el video donde Julieta Venegas canta el primer clásico de la noche «Signos», «Juegos De Seducción» fue la siguiente con Wallas por video, seguiría uno de los últimos hits del grupo, del Sueño Stereo, la incomparable

«Zoom«, muy coreada porque en ella prestaba su voz el hijo de Gustavo, Benito Cerati fue bastante aplaudido.

 

 

Otro punto alto fue la aparición de Adrián Dargelos en la voz de «Trátame Suavemente«, excelente interpretación, simplemente fabulosa. «Pasos» fue un tema poco valorado por el respetable, aunque Andrea Echeverri salió a dejarlo todo en el escenario, no pudo de nueva cuenta con el mal sonido.

«En La Ciudad De La Furia» llegó como debe de ser, con la voz de Gustavo Cerati, Draco Rosa dio su estilo a «En Remolinos» este tema poco conocido mediante un video, no se logró escuchar del todo bien. «Cuando Pase El Temblor» con la guitarra acústica de Gustavo Santaolalla fue de los momentos más importantes de la velada, «Despiértame cuando pase el temblor….» se oía desgarradoramente. «Fue» dejo mudos a muchos fanáticos quienes no recordaban este tema lleno de sensibilidad. El momento de los celulares con linterna había ocurrido. «Un Millón De Años Luz» nos regaló la presencia de Mon Laferte, la chilena recibió gran ovación, gran presencia escénica, para este momento no habíamos escuchado ni una sola palabra de los músicos, nula comunicación con la gente.

Fernando Ruiz Díaz fue el encargado de interpretar un gran hit de los argentinos «Persiana Americana«, en video podíamos ver la forma que ponía toda la energía para compartirla, Llego uno de mis momentos esperados, «Prófugos«,  se escuchó monumental, pero no fue por la voz de Juanes mediante un clip, para nada, más bien se debió a que el público coreó esta joya de la agrupación.

El momento de dar la vuelta al ruedo de Zeta y Charly se dio aquí, dando aplausos a los presentes, agradeciendo con ademanes de profunda sinceridad. «Primavera Cero» nos recordó que también podían hacer rock and roll más ortodoxo, el final esperado se daría con «De Música Ligera» el video en el que Chris Martin nos demuestra su español entendible, una brutalidad, todos habíamos perdido la compostura, el ole ole ole ole Soda Soda… estaba más que merecido. Hubo al final palabras del baterista quien repitió aquella frase por la que esta gira es nombrada, Gracias Totales. Al final, solo se prendieron las luces, la sensación de que estábamos llegando a dar el último sorbo de la soda estaba latente.

Sabemos que Gustavo no estuvo ahí físicamente, pero vimos una luna roja que aparecía y desaparecía extrañamente en el cielo, volteamos al cielo y solo había una estrella encima de nosotros, está claro que había alguien más acompañándonos en el disfrute, también está claro que este es el verdadero final, nada más queda de esos tres jóvenes que conquistaron al mundo, nada más queda de esta banda icónica del rock en español, nada más queda, nada más queda…..