“La nueva normalidad”

 

Por Denigrante 

 

Con desanimo vemos cómo transcurre un año de la verga, uno que no podremos olvidar por la cantidad de personas muertas, por el orden social alineado por los poderes de siempre, algunos pueden estar en sus casa viviendo de sus ahorros, otros tienen que arriesgarse porque el efectivo no sobra, jodida pobreza. Vivimos en el planeta de las estupideces, en un lugar en el vacío congelados de los huevos, nos comemos las uñas por saber que vendrá en el futuro tras este culerisimo virus. Saber que la puta Susana gobernará nuestras vidas nos pone más encabronados de lo normal, es más, hasta las pendejadas dichas por AMLO y las otras mamadas pronunciadas por antiguos políticos hijos de su chingada madre, nos son graciosas.

Se anuncia mundialmente que habrá una «nueva normalidad», tras el covid-19, como yo tengo pedos, siempre pienso en conspiraciones sociales, ¿no es raro que después de saber cómo controlarnos también ahora nos sugieran (ordenen) cambiar nuestras vidas? Ya hemos sido desencantados con el pánico de morir por un virus, uno que tiene una letalidad del 12% aproximadamente como lo tienen otras tantas enfermedades, está chingón, quédense en casa, pero se supone que en joda deberíamos de buscar una vacuna como humanidad, aunque no parece que a los pinches dueños del mundo les interese apurar esto. Más bien quieren estirar hasta donde se pueda el hilo, cuartearnos la miserable libertad que según nos queda.

Solo espero que no nos dejemos cabrones, con el pretexto de la nueva normalidad nos pueden hacer o pedir lo que sea, eso es muy peligroso, castrante, hiriente, agotador. Ahora se lee una mierda de rasurarse la barba y el bigote, no joyas, después puede venir cortarse el cabello, borrarse los tatuajes, no comprar cosas específicas, todo puede ser mencionado pero no permitido culeros. Pueden obligarnos a realizarlo quitándonos nuestro trabajos disfrazándolos de protección, si deciden poner más reglas será más evidente que la chingada orden mundial está buscando como exprimirnos al mil, no sean putos, no se dejen. Y no es porque no temamos por la enfermedad, solamente es entender dónde se desvirtúa la verdad, en dónde se convierte en una arma filosa el miedo, entender hasta donde el pánico quiere gobernar nuestra razón.

Los borregos de siempre solo seguirán normas impuestas como lo hacen comúnmente, los pendejos no razonan, solamente siguen la marea, son capaces de ahogarse si les dicen que así es más seguro, cada tonto toma sus decisiones, tomémoslas con compromiso, seamos responsables,  pero por favor no seamos unos pinches pendejetes de mierda, hay límites jijos.

 

«El primer cambio geopolítico es mental e individual, es saber y aceptar que los milagros no nos devolverán un mundo que ya no existe y que el que hay que construir es uno sobre valores como son SOCIEDADES LIBRES y fuertes». Antonio Navalón.