Recordando a Muse: a propósito del cumpleaños de Matt Bellamy

 

Por Carla de Pedro

 

Este 9 de junio, Matthew James Bellamy, compositor, cantante, pianista y guitarrista de Muse, cumple 42 años de edad. Tenía solo 19, cuando su banda de rock alternativo: Rocket Baby Dolls cambió su nombre a Muse, ya que los chicos decidieron tomarse la música en serio y hacer de ella su camino. Han pasado más de 20 años y en esta ocasión, bajo pretexto del cumpleaños de Bellamy, quisiera hacer una breve enumeración de los discos del grupo encabezado por éste, hablando un poquito de cada álbum desde mi perspectiva y experiencia personal.

1999 Showbiz

Tras algunos demos, en 1999 salió el primer álbum oficial de Muse. Era un disco que comenzaba a marcar el estilo de los ingleses, mostrando un gran protagonismo del piano, los riffs de la guitarra y la experimentación vocal. Por desgracia, en aquél entonces yo aún no conocía a esta banda, pero el destino fue a dictaminar que yo escuchara a Muse en orden cronológico. Fue en el 2008 (casi 10 años después de su lanzamiento) que mi hermano me llamó un día por teléfono para decirme “tienes que oír a Muse”, entonces (confiada, como siempre, de las recomendaciones de mi hermano) compré, a la entrada de la facultad, un CD de mp3 que incluía los primeros dos discos y algunos conciertos con las mismas canciones. Lo puse en mi grabadora y fue Sunburn mi puerta a Muse y al éxtasis que me ocasionó escucharlos por primera vez (desde luego hay muchas otras buenas canciones en el disco, como la homónima Showbiz, Uno, Falling Down o la predominantemente acústica Unintended), no obstante, recuerdo que estuve escuchando Sunburn por casi una semana, como cuando lees un poema que te ha impactado y lo relees y relees. Después dejé que el disco corriera y fue cuando llegué a Origin of Symmetry.

 

 

2001 Origin of Symmetry

Como su nombre lo dice, este maravilloso disco es simétrico por donde lo veas: desde la impecable composición de cada canción hasta el orden de las mismas en el álbum, que inicia con el pianito y la explosión de New Born y culmina con la grandiosidad de Megalomania, pasando por la hermosura de canciones como Screenager, Bliss o Dark Shines, así como por Micro Cuts con un falsete único, también por la rockera y pegajosa Plug in baby y por un cover de Feeling Good tan bueno como la versión de la mismísima Nina Simone. Este disco mantiene el estilo de Showbiz, pero está más pulido. La verdad es que la primera canción de Muse que me obsesionó mal plan (en estado de fanatismo insano) fue Space Dementia, esa canción con ecos de Rachmaninov cuya base en piano en combinación con la voz de Bellamy es tan espectacular como una tormenta. Origin of Symmetry es, sin lugar a dudas, mi álbum favorito. Es muy difícil no querer hablar de cada uno de los temas del disco, pero solo diré que todo él es ampliamente recomendable.

 

2003 Absolution

Tanto Absolution como Black Holes and Revelations, fueron discos que escuché de forma desordenada, descargando por aquí y por allá y oyendo ambos casi al mismo tiempo. En ese momento me enganché con canciones como Hysteria y la enérgica Stockholm Syndrome. Fue una desgracia haber escuchado el disco de forma tan irregular, porque no pude apreciar la individualidad del mismo. Incluso fue hasta un par de años después (cuando compré el DVD de HAARP), que me enteré de la existencia de Butterflies and Hurricanes, una canción que parece imitar el sutil aleteo de las mariposas que conforme sube el tono se mezcla con el sonido de un huracán y nos imaginamos millones de mariposas volando en espiral; resalta el maravilloso intermedio musical en piano. Con el tiempo, ya he podido escuchar el disco en su conjunto y aunque no es mi hit tiene canciones muy buenas como Sing for Absolution, Endlessly o Thoughts of a Dying Atheist.

 

 

2006 Black Holes and Revelations

Como dije, este disco también lo escuché en desorden, pero poco después lo encontré en oferta y lo compré y escuché con atención. Es un disco con un sonido de guitarra muy peculiar, presente en canciones como: City of Delusion, Exo-politics o Hoodoo. También incluye una de las canciones más fresas, pero aun así geniales, de Muse: Supermassive Black Hole, y canciones épicas como Map of the Problematique y Knights of Cydonia. No es Origin of symmetry, pero vale la pena.

 

 

2009 The Resistance

En 2009 llegó The Resistance, fue el primer disco de Muse que escuché recién salido del horno y me encantó todo: desde Chopin colándose en United States of Eurasia, hasta el pegajoso ritmo de Unnatural Selection, pasando, desde luego por I Belong to You, Uprising, la experimental Undislosed Desires, sin guitarra ni piano, así como Resistance y una sinfonía llamada Exogénesis que es, a mí parecer, lo menos bueno del álbum. Después de los primeros dos, éste fue el disco que más me gustó, pese a que la crítica fue especialmente dura con él. Mi cariño por The Resistance puede haberse debido a que fue el primero que escuché en su propia época, pero la verdad es que es un disco muy distinto a los anteriores y a mí me parece bueno. Creo que valió la pena comprarlo.

 

 

2012 The 2nd Law

Tres años después llegó el sexto álbum. Era un disco muy diferente que experimentaba con la música electrónica y el dupstep (pero cuyos sonidos eran creados con guitarra eléctrica), esto sin dejar de lado el rock. Aunque al principio me costó trabajo el cambio, me fui adaptando al nuevo sonido y terminó por agradarme bastante. La verdad es que es un disco simétrico que abre con un falsete enérgico en Supremacy, nos lleva por canciones como Panic Station, Madness, Follow me, Liquid State y culmina con Unsustainable y con Isolated Sistem, que nos sacan de este experimento de forma satisfactoria. En este disco escuchamos también dos melodías escritas y cantadas por el bajista Christopher Wolstenholme, lo cual es nuevo teniendo en cuenta que hasta el momento era Bellamy el único compositor del grupo. Fue un disco que demostró una cosa: que Muse estaba en movimiento y quería experimentar y cambiar.

 

 

2015 Drones

En 2015, justo el 9 de junio, Muse volvió a sacar un nuevo álbum, esta vez un disco conceptual y rockero que contaba una historia y que seguía un poco más de cerca la línea temática de siempre (política mezclada con teorías conspirativas, ¿qué más?) . Pero ese año yo ya no estaba en mood Muse, así que escuché poco el disco y me quedé con tres canciones: Psycho (obvio), que era un ritmo que ya conocía porque Muse lo viene tocando mínimamente desde Haarp, pero sin letra; Reapers y The Handler. No fue un disco que me gustara mucho, Dead Inside me pareció una mala elección como primer single y como canción. No soy experta en música ni nada, pero como seguidora de Muse, me quedé un poco decepcionada. Tal vez no le di la oportunidad de gustarme.

 

 

2018 Simulation Theory

Simulatiom Theory es un disco de estilo ochentero con un desborde de la temática conspirativa de forma exagerada y teatral, mezclada con ciencia ficción, que se inclina al tecno-pop con influencias synthwave. ¿Qué?, pues sí. La verdad es que empecé a escuchar bien este disco hace muy poco. Me tardé en oírlo porque lo escuché una vez de forma rápida y aleatoria en Internet y no sólo no me gustó sino que además me saqué bastante de onda. Ahora que lo he escuchado un poco más me estoy reconciliando con él. Hay canciones que no me gustan nada, como Propaganda, con esos golpes y esa fea voz repitiendo Propaganda, es sencillamente horrible; no obstante, hay algunas canciones que me han gustado como The Dark Side, Thought Contagion y la genial Pressure, esa canción animada, tan pegajosa como Panic Station, con un juego de falsete continuo.

 

 

En fin, Muse es uno de los grupos que me han apasionado tanto que los he seguido fielmente desde que los conocí hace 12 años. Es un grupo que ha ido cambiando con el tiempo, desde en su estilo musical hasta en la voz de Bellamy, lo que es normal pues cuando empezó era muy joven y su voz cambió con la edad.

Como todos los grupos, Muse tiene muchos defectos. Es verdad que cansan con su conspiranoia, que sus letras no son muy profundas (Muse es más forma que fondo), que el ego de Matt Bellamy ha crecido con el tiempo (aunque esto no es sorpresa en un rockstar talentoso, atractivo y medio pirado) y que dejaron atrás el estilo que a muchos nos enamoró en Origin of Symmetry.

Pero también es verdad que han sido un grupo que experimenta y que no se estanca, un grupo que no ha dejado de sacar al menos tres buenas canciones cada dos a tres años (antes eran trece, ahora tres, pero es mejor que nada) y que la verdad tienen talento y por más que moleste a la crítica, Matthew Bellamy sigue teniendo una súper voz, sigue componiendo de forma activa y sigue siendo un músico con un talento que le desborda. Feliz cumpleaños, Matt.